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jueves, 25 de octubre de 2012

Reseña: Pudridero


Lo primero que tengo que decir de Pudridero es que es un cómic muy loco. Lo cual no debería resultar especialmente raro teniendo en cuenta que es obra de Johnny Ryan, autor de algunos de los cómics más bestias que se han publicado en los últimos tiempos en EEUU pero que en España no consigue asentarse.



Para remediar esto, Fulgencio Pimentel y Entrecomics Comics han decidido aliarse y co-editar Pudridero, un espectacular tomo que recopila los números 1 y 2 de Prison Pit.

Pudridero quizás sea la obra más ambiciosa de Ryan. No significa que sea la mejor, pero si que se ve que tiene intención de abordar otros temas, y de dar su punto de vista (parodiando) sobre un género concreto (pelis de prisiones, cine apocalíptico, Ci-Fi), aparte de la idea de darle una continuidad y convertirlo en una obra larga.



En este tebeo el argumento es lo de menos, y por eso se resume muy fácilmente, Carantigua es un tipo con pinta de ser muy chungo, y es lanzado a lo que podría ser considerado una prisión a través de un agujero. En este nuevo mundo, deberá sobrevivir enfrentándose a todo tipo de seres, cada cual más loco, aberrante y violento que el anterior. La imaginación de Ryan aquí no tiene límites, y el desarrollo se asemeja por momentos al de un vídeo juego, ya que todo consiste en Carantigua encontrándose a un nuevo malo y dándose de hostias con él. Claro que estamos hablando de Johnny Ryan, y el nivel de violencia y escatología son supremos: brazos amputados  extrañas mutaciones, fluidos por todos lados, violaciones que producen puertas dimensionales, personajes que obtienen su poder gracias a rodearse de un baño de su propio semen.. En fin.

Pudridero es una excelente obra de humor, una muestra más de lo que es capaz de hacer su autor. Gráficamente estamos hablando de un blanco y negro puro, y una estructura muy formal, basándose casi siempre en 4 viñetas por página. Ryan no es un tío demasiado dotado para el dibujo, pero aquí no parece importarle y es más, casi se enorgullece de ello, claro que lo que si domina es el lenguaje del medio, y utiliza algunos recursos verdaderamente interesantes.

Si quieres diversión, violencia gratuita, y un poco de humor absurdo, sin más, disfruta de Pudridero.

Por cierto, atentos al concurso de versiones de Carantigua que se montaron los chicos de Entrecomics. Espectacular. 

sábado, 29 de septiembre de 2012

Novedades: Fulgencio Pimentel y Entrecomics Comics




Sinopsis

La profundidad de este Pudridero es similar a la que se puede alcanzar al hundir las manos en un cadáver caliente y su efecto es el mismo: una reacción visceral de repulsión y fascinación morbosa. En esta novela gráfica que conjuga elementos del manga más grotesco con la ciencia ficción de vanguardia, Johnny Ryan se desboca por el camino de la pulsión adolescente hormonada e hiperviolenta dibujando un combate inacabable de lucha libre a muerte en un planeta yermo, un videojuego sangriento donde resulta difícil decidir si cada nuevo oponente es más peligroso o más repugnante. Ryan es, en definitiva, un niño jugando a las peleas con sus muñecos y quedándose con sus miembros mutilados entre las manos.
“Tal vez el mejor y también el más alocado cómic que Johnny Ryan haya hecho hasta ahora. ¡Espero que haga 1000 páginas de esto!” Jeffrey Brown
“Pudridero es el mejor cómic que Johnny Ryan ha dibujado en su vida. Es rico, inteligente, lleno de energía, divertido.. No creo que haya disfrutado tanto un cómic a nivel visceral en todo 2009. Hay que verlo para creerlo.” Joe McCullough
“Ryan dibuja como un niño en los márgenes de un libro de texto, pero hay una sofisticación adulta subyacente en lo que dibuja. (..) Es un tebeo liberador, una catarsis con cuatro rayajos que produce una cierta emoción física en su lectura.” Santiago García

Biografía del autor

Johnny Ryan (Boston, 1970) es uno de los autores del panorama alternativo estadounidense más reputados y repugnantes. Sus estudios universitarios de literatura inglesa le sirvieron en gran medida para deletrear sin errores los nombres de las enfermedades venéreas y los distintos tipos de fluidos emitidos por el cuerpo humano.
Hacia mediados de los años 90 comenzó a publicar por su cuenta y riesgo el cómic Juventud cabreada, que, apadrinado por Peter Bagge, acabó por editar Fantagraphics, la editorial alternativa americana por excelencia. En Juventud cabreada, Ryan destila la incorrección política más hiriente y un grafismo tan explícito que raya en lo vomitivo, siempre a desenvolviéndose en el ámbito de la historia corta y la viñeta de humor gráfico.
En 2009 el dibujante dio un golpe de timón creando Pudridero (Prison Pit), una serie de novelas gráficas que suponen un salto cualitativo en su producción, tanto por su evolución gráfica como por el cambio de tercio narrativo y la mutación en el tono. Pudridero provoca de todo menos risa, aunque al cerrar sus páginas no se pueda evitar la sensación de haber asistido a una gran broma.

lunes, 16 de abril de 2012

Reseña: El hombre que se dejó crecer la barba


El hombre que se dejó crecer la barba, editado primorosamente por Fulgencio Pimentel ha sido para mí una de las sorpresas de la temporada.

He de decir que, a priori, viéndolo por encima, me echaba para atrás el estilo de dibujo de Olivier Schrauwen y su tono experimental, pero una vez leído, lo he disfrutado como un enano.


Es dificil describir el argumento de este comic, así que empezaremos diciendo que son una serie de historias cortas cuyo nexo común es que están protagonizadas por hombres con barba. Otro nexo en común es la exaltación de la creación a través, sobre todo, del dibujo en cada una de las historias de forma más o menos evidente.


El caso es que sumergirse en este cómic te garantiza una orgía de sensaciones, por lo original de su planteamiento, de sus historias y lo atrevido de su dibujo, que cambia en cada ocasión según el estilo de la historia pero que, a pesar de todo, consigue mantener una extraña coherencia interna. Así, el dibujo de Congo Chromo reproduce los códigos estéticos de los primerísimos cómics, y en La caverna utiliza una técnica mucho más libre, casi psicodélica. Y no  hay que olvidar, el color, otro protagonista importante en esta obra.


Lo que está claro es que para el autor, los límites del cómic están todavía por explorar, y él desde luego, aquí consigue superar algunos de estos límites.

Muy recomendable.





miércoles, 14 de marzo de 2012

Novedades: Fulgencio Pimentel (Marzo)







Olivier Schrauwen se ha hecho un nombre rápidamente gracias al uso  deslumbrante que hace de sus muchos registros gráficos. Uno de sus principales  mentores es nada menos que Art Spiegelman, presidente del último festival de  Angoulême y premio Pulitzer por MAUS, que lo menta siempre que tiene ocasión. 
De este libro, dijo: 

"Avanzo por él lentamente, saboreando sus misterios, y no para nunca de  
inspirarme. Olivier Schrauwen es el autor de cómics más original con el que me  
he topado desde Ben Katchor o Chris Ware." -Art Spiegelman 


EL HOMBRE QUE SE DEJÓ CRECER LA BARBA, nominado como mejor álbum en el Festival de Angoulême, es un tratado de art brut realizado desde la cordura,  un libro fresco y audaz cuyo verdadero protagonista es el gozo del color, del dibujo, del hallazgo narrativo, de la greguería. El más flamante ejemplo de la renovación 
constante del lenguaje de los tebeos  

miércoles, 6 de abril de 2011

Reseña: Consumido



Pajas, pajas y más pajas. Ah, y alguna charla sobre comics.

La nueva obra de Joe Matt, Consumido, editado por Fulgencio Pimentel, sólo habla de una cosa, de la adicción de su autor por el porno y de la cantidad de veces que se masturba al día, que son muchas.

Desde la última vez que supimos de él, gracias a sus comics, vemos que Matt vive en Canadá, en un cuartucho de mala muerte, dibujando muy poco (las propias páginas del tebeo del que hablamos) y masturbandose mucho. Eso y editando cintas de vídeo porno de una forma obsesiva. Una locura.
Además, se ha vuelto un avaricioso que tiene unos pequeños ahorros pero no se permite gastar nada, esperando que esos ahorros le hagan rico.
Prácticamente, de eso va Consumido. Ocasionalmente veremos como se relaciona con sus amigos Seth o Chester Brown (que le meten bastante caña por su forma de ser) pero la mayoría de las páginas son soliloquios del autor lamentandose de la vida que lleva.

Sobra decir que es un libro lleno de texto, con una falta de acción evidente, pero conocer a Joe Matt, uno de los tipos que más se destapa en sus comics en una delicia.
No llega a la altura de Pobre cabrón, ha perdido un poco de frescura y lo cierto es que su vida como masturbador compulsivo es mucho menos interesante que sus relaciones con novias, pero aún así, un tebeo que no hay que dejar escapar, además de por lo ya explicado, por la excelencia del autor a nivel gráfico y narrativo.


miércoles, 2 de febrero de 2011

Novedades: Fulgencio Pimentel Febrero



Consumido 
Joe Matt
Rústica con solapas. 17 x 24 cm. 128 págs. Tritono. 20 €

Continuación de la conocida serie Peepshow (Pobre cabrón, Buen tiempo) Consumido se ambienta en los últimos años de la estancia del autor en Canadá junto a sus colegas Seth y Chester Brown. El título puede ser entendido literalmente no sólo como resultado de la pasión masturbatoria de Joe Matt, sino como la crónica de la decadencia de un artista que ha tardado casi una década en completar las exiguas cien páginas de este libro. Hay aún una tercera lectura del título que nos remite a su proverbial tacañería, uno más de los plumeros que adornan a este lamentable pícaro moderno, vago antológico, sablista, llorica y campeón de los pajeros, que sin embargo alcanza aquí cotas de una rara elegancia como narrador.