¿Quién me iba a decir cuando era joven que un día que le daría la mano a Robert Crumb?
¿Quién me iba a decir a mí que un día que me sentaría en la misma mesa con Robert Crumb y Aline Kominsky?
¿Quién me iba a decir a mí que un día tendría una agradable charla con Aline Kominsky y también con Robert Crumb?
¿Quién me iba a decir a mí que un día me haría una fotografía con Robert Crumb? Y también con Aline Kominsky?
¿Quién me iba a decir a mí que un día Robert Crumb me haría un espectacular dibujo que sería la envidia de muchos?
Nadie, está claro.
Ya os conté en este post que hace tiempo me lo crucé por la calle y no le dije nada, y este fin de semana, concretamente los días 4 y 5 de Octubre he tenido la posibilidad de resarcirme a gusto gracias a que La Risa de Bilbao quería traer a Crumb y contactó conmigo para intentarlo.
Voy a intentar resumir, porque tampoco voy a contar todo lo que sucedió, lo que hablamos etc, pero quiero dejar constancia de que esto ocurrió y hacerlo lo más cercano en el tiempo ahora que el hecho está fresco.
Como os comentaba, yo tuve algo que ver con que Crumb pudiera venir a España, y claro, no me iba a perder el acontecimiento por nada del mundo. La entrevista en público y la entrega del premio a Crumb era el sábado pero Borja me llamó y me dijo que había una comida con él el Viernes y que nos podríamos sentar prácticamente a su lado. Esto me puso muy nerviso e hizo que me pidiera el día de vacaciones, aunque claro, yo que soy de naturaleza pesimista pensaba que hasta que no estuviera allí no me creería nada.
Los días pasaron lentos, y llegó el 4 de Octubre. Llegué a Bilbao donde ese gran amigo a la vez que gran profesional que es Borja Crespo me acogió. Inmediatamente fuimos al restaurante donde íbamos a comer con Crumb y como habían prometido en la organización, nos sentaron al lado de donde él iba a sentarse en cuando se bajara del avión. Yo estaba muy nervioso hasta que llegó el mazazo. Crumb tenía migrañas y no venía a comer, se iba al hotel a descansar... Puff. Lo cierto es que la comida estuvo muy bien, con Santiago Segura, Rodrigo Fresán, Sabino Méndez al que fue un honor conocer... Pero yo había ido a Bilbao a conocer al maestro...
Así, ni corto ni perezoso, decidí ir al hotel donde se alojaba el genio y donde se iba a realizar la entrevista con El País. Acompañado de miembros de la organización, cuando llegamos estaba hablando con Diego Manrique y Santiago Segura, pero Aline estaba sóla en el bar tomando una copa de vino y Borja y yo nos sentamos con ella a hablar.
Aline es muy maja y tiene conversación de sobra, así que estuvimos hablando durante un buen rato de un montón de cosas. Además, me hice una foto con ella muy simpática. Al cabo de un rato, de repente apareció por allí Robert Crumb y de una manera muy natural Aline nos lo presentó. Se sentó allí un rato con nosotros y hablamos poco, se le notaba cansado, pero ¡qué momento amigos! Le pedí, ya sin miedos, que se hiciera una foto conmigo, sabiendo que no era muy amigo de fotos, pero accedió, a pesar de que sale con cara de resignación ;-) Despues de eso se fueron a la habitación. Nada más levantarse, unos guiris que había en la mesa de al lado le pidieron un autografo. Yo estaba seguro de que no tenían ni idea de quien era ese señor y de hecho, despues se lo pregunté y me lo confirmaron. Con lo difícil que es conseguir una firma de Crumb (además de que él no cree en los autografos) y estos tipos lo consiguieron y no les importaba para nada. Cosas de la vida.
Después de esa jornada, vino la sensación de vacío. Las sensaciones habían sido muy fuertes y aunque el día siguiente era el día de la charla en público, yo pensaba que no volvería a tener contacto con la apreja nunca más... No podía estar más equivocado.
El sábado pudimos llegar al café de una comida donde estaban Crumb y Aline preparando la entrevista con Santiago Segura. También se encontraban en otras mesas Fernando Trueba, Sabino Méndez y más invitados al festival.
Despues de la comida, nos acercamos a la mesa y nos quedamos Aline, Crumb, Segura, Trueba y gente de la organización y mantuvimos una entretenida sobremesa donde la que más hablaba sin duda era Aline, pero Crumb también participaba. Hubo risas. Ahí se produjo otro momento mágico, ya que Crumb me dió mi cuaderno de dibujos, donde le voy pidiendo a distintos dibujantes que me hagan un dibujo (aquí podéis ver unos cuantos), y que le había dado el día anterior. Para sorpresa de todos me había hecho un dibujo increíble, espectacular, que nos dejó a todos sin palabras, especialmente a Santiago Segura, que es admirador del genio de Filadelfia además de coleccionista de originales y que me pidió que si al menos le podía hacer una foto. Aline también me hizo un dibujo que además interactuaba con el de su marido.
Despues de esto ellos se fueron al hotel a descansar para el momento de la entrega del premio y la entrevista en directo.
A la hora programada comenzó el acto con una expectación brutal. El aforo se llenó y se tuvo que quedar gente fuera. La sala estaba a reventar y Segura entrevistó a Crumb que se mostró muy amable, contando anecdotas muy interesantes. Generosamente Segura pidió al público que preguntara y lamentablemente las preguntas no fueron muy afortunadas. Además, huo un par de folloneros que a punto estuvieron de sacar a Crumb de quicio.
Salvo esto, el acto fue mágico, y poder ver aquello, en primera fila, otro privilegio. Crumb recibió su premio y ya no lo volví a ver. Sí a Aline, a la que tenía casi al lado y de la que me despedí.
No puedo finalizar este post sin darle las gracias a todos los miembros de la organización de La Risa de Bilbao en primer lugar por atreverse a invitar a Crumb y conseguirlo, un logro que quedará en los anales de la historia, y en segundo lugar porque durante unas horas me hizo la persona más feliz del mundo.
Así, ni corto ni perezoso, decidí ir al hotel donde se alojaba el genio y donde se iba a realizar la entrevista con El País. Acompañado de miembros de la organización, cuando llegamos estaba hablando con Diego Manrique y Santiago Segura, pero Aline estaba sóla en el bar tomando una copa de vino y Borja y yo nos sentamos con ella a hablar.
Aline es muy maja y tiene conversación de sobra, así que estuvimos hablando durante un buen rato de un montón de cosas. Además, me hice una foto con ella muy simpática. Al cabo de un rato, de repente apareció por allí Robert Crumb y de una manera muy natural Aline nos lo presentó. Se sentó allí un rato con nosotros y hablamos poco, se le notaba cansado, pero ¡qué momento amigos! Le pedí, ya sin miedos, que se hiciera una foto conmigo, sabiendo que no era muy amigo de fotos, pero accedió, a pesar de que sale con cara de resignación ;-) Despues de eso se fueron a la habitación. Nada más levantarse, unos guiris que había en la mesa de al lado le pidieron un autografo. Yo estaba seguro de que no tenían ni idea de quien era ese señor y de hecho, despues se lo pregunté y me lo confirmaron. Con lo difícil que es conseguir una firma de Crumb (además de que él no cree en los autografos) y estos tipos lo consiguieron y no les importaba para nada. Cosas de la vida.
Después de esa jornada, vino la sensación de vacío. Las sensaciones habían sido muy fuertes y aunque el día siguiente era el día de la charla en público, yo pensaba que no volvería a tener contacto con la apreja nunca más... No podía estar más equivocado.
El sábado pudimos llegar al café de una comida donde estaban Crumb y Aline preparando la entrevista con Santiago Segura. También se encontraban en otras mesas Fernando Trueba, Sabino Méndez y más invitados al festival.
Despues de la comida, nos acercamos a la mesa y nos quedamos Aline, Crumb, Segura, Trueba y gente de la organización y mantuvimos una entretenida sobremesa donde la que más hablaba sin duda era Aline, pero Crumb también participaba. Hubo risas. Ahí se produjo otro momento mágico, ya que Crumb me dió mi cuaderno de dibujos, donde le voy pidiendo a distintos dibujantes que me hagan un dibujo (aquí podéis ver unos cuantos), y que le había dado el día anterior. Para sorpresa de todos me había hecho un dibujo increíble, espectacular, que nos dejó a todos sin palabras, especialmente a Santiago Segura, que es admirador del genio de Filadelfia además de coleccionista de originales y que me pidió que si al menos le podía hacer una foto. Aline también me hizo un dibujo que además interactuaba con el de su marido.
Despues de esto ellos se fueron al hotel a descansar para el momento de la entrega del premio y la entrevista en directo.
“@SSantiagosegura: @cabezabajo Saludos Ricardo, al final tu eres el más beneficiado por la visita del gran Crumb! ;) pic.twitter.com/lYzRZqIgp8”
— Cabezabajo (@cabezabajo) October 6, 2013
A la hora programada comenzó el acto con una expectación brutal. El aforo se llenó y se tuvo que quedar gente fuera. La sala estaba a reventar y Segura entrevistó a Crumb que se mostró muy amable, contando anecdotas muy interesantes. Generosamente Segura pidió al público que preguntara y lamentablemente las preguntas no fueron muy afortunadas. Además, huo un par de folloneros que a punto estuvieron de sacar a Crumb de quicio.
Salvo esto, el acto fue mágico, y poder ver aquello, en primera fila, otro privilegio. Crumb recibió su premio y ya no lo volví a ver. Sí a Aline, a la que tenía casi al lado y de la que me despedí.
No puedo finalizar este post sin darle las gracias a todos los miembros de la organización de La Risa de Bilbao en primer lugar por atreverse a invitar a Crumb y conseguirlo, un logro que quedará en los anales de la historia, y en segundo lugar porque durante unas horas me hizo la persona más feliz del mundo.