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Último sábado de soledad es una hermosa y emotiva pictonovela. En este diminuto tebeo de escasas palabras, un hombre mayor se sienta a la mesa de la cocina, melancólico; los platos se apilan en el fregadero y una cafetera borbotea en el hornillo en una tranquila escena de desesperación existencial: se trata de un viudo que debe visitar la tumba de su esposa. Un tebeo evocador en el que la narración fluye sin esfuerzo de viñeta a viñeta. Elegante, inteligente y conmovedor. (8,50 €, a la venta el 22 de julio)
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Sacudirse la banana, zurrarse la sardina, tocar la zambomba, darle al manubrio, cargar el mosquete, peinar la nutria, hacerse una gayola o pelársela como un mono. Cuando una actividad humana admite tantos nombres será porque es importantísima para la pervivencia de la especie. Llega un momento en la vida de todo adolescente en que la urgencia por aparearse se convierte en obsesión. Es entonces cuando la práctica clandestina de la masturbación aparece como sustitutivo y se instala como una de nuestras necesidades básicas. La más básica de todas, de hecho. Tan divertido como inteligente, tan descacharrante como sutil, este manual en torno al amor propio es la mejor guía posible para sobrevivir a la ansiedad, no quedarse ciego y mantener una vida sexual rica y saludable. Una lectura terapéutica y edificante para jóvenes de todas las edades. (9,90 €, a la venta el 22 de julio)
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