Las navidades están a la vuelta de la esquina y todo el mundo anda liado con compromisos familiares. Si no le pone remedio, Salvador está a un pelo (de barba) de convertirse en la típica marica mayora que acaba cuidando a su madre, y mira que en una ciudad como la que vive oportunidades de zorrear no le faltan. ¡Si das una patada a una lata y aparece un chulo guapísimo! Pero tal vez ése sea el problema, que él los considera a todos… demasiado guapos. Mientras tanto y, para no perder el pulso, nuestro protagonista se mete en conversaciones surrealistas en el chat, se pasea entre papanoeles que huelen a sudor, dependientes modernos de infarto, fi esteros impenitentes del Faceboock y carnavales de grupos deportivos. Una historia donde cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia… es pura mala leche.
Julio nace un día de 1900 en un pequeño pueblo mexicano y está destinado a morir en el año 2000. Toda una vida en la que primero entregará su inocencia, deberá aprender a gestionar sueños y ambiciones, tal vez será testigo de algún milagro y escuchará el fantasma tenebroso de la guerra sobrevolando el siglo. El día de Julio es una saga de lazos familiares que pulsa con sensibilidad temas como las desviaciones del amor, la pérdida de los que se van marchando y la ilusión una y otra vez recobrada. Un fresco prodigioso donde el autor de Palomar captura el instante preciso de la vida en movimiento.
(12,00 €, a la venta el 23 de marzo)
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