“MEDICINA
IDEAL PARA EL ALIVIO DEL HOGAR FAMILIAR”
Por
Borja Crespo
Sin humor es difícil afrontar el día a
día, según nos marca la actualidad. Las circunstancias que nos rodean tienden a
ensombrecer todo atisbo de sonrisa. Malos tiempos para la alegría. Para la
lírica, ni entramos. Ya los sabemos. Pero nunca hay que perder la gracia, reír
por no llorar, dicen, y el ampliamente reconocido Guy Delisle (Quebec, 1966),
cómic de autor con mayúsculas, es consciente del percal y se ha marcado un
tebeo hilarante que juega con los mecanismos del humor en viñetas manejando el
lenguaje de la historieta con una maestría encomiable. Como un voyeur encantado de serlo, asistimos al
desfile de las peripecias como padre del propio genio, un cínico que no oculta
su lado oscuro como progenitor. Emplea en su despliegue de anécdotas domésticas
ilustraciones de tamaño generoso, de esas que, como lector, dejan que entres
dentro del dibujo, bien dentro, para moverte con la mente espacialmente entre
sus líneas, recreando la situación planteada en la cabeza, con o sin identificación
con los personajes que la protagonizan.
HUMOR
NEGRO LUMINOSO
“Guía del mal padre” es un título
excelente para una obra que desvela los entresijos de una faceta en nuestra
existencia que puede ser tan maravillosa como inquietante, con sus tonalidades
grises, aparte del blanco. A la venta en una edición impecable, made in Astiberri, responsables del
lanzamiento de otras propuestas del mismo creador disponibles en nuestro
mercado, más elaboradas gráficamente, por exigencias claras de su contenido, este
manual del inconsciente progenitor concienciado se revela como un regalo
excelente para obsequiar a los ancestros cercanos cuando alguna de sus aventuras
rocambolescas así lo insinúa. Junto a “Guía para padres desesperadamente
inexpertos”, del igualmente sagaz Manel Fontdevila, conforma un pack ideal para transmitir a familiares
y amigos cercanos, con una filosofía diferente, autocrítica y desprejuiciada, los pros y contras de procrear en el mundo en
que vivimos. Autobiográfico –Guy confirma sin ruborizarse que “todo
es casi 100% verdad”-, sincero,
delicioso y mordaz, el singular trabajo de Delisle, alejado del planteamiento
de página de sus obras más afamadas, con un fondo aparentemente más frívolo,
apuesta en esta ocasión más que nunca por el trazo vivo, por la libre expresividad,
para captar destellos de una vida hogareña que no siempre está en paz y
armonía, y ni falta que hace. Silencios magistrales, espacios en blanco y
golpes de lápiz que invitan a terminar las viñetas en el aire. La lectura de
este álbum, recomendable para todo aficionado al humor gráfico, tenga
descendencia o no, permite gozar con la confesión de un hombre, ante todo dibujante,
que se comporta, cuando interactúa con sus hijos pequeños, como si fuera el más
niño de todos. Retrata situaciones domésticas que nos suenan de algo, dándoles
la vuelta en su desarrollo, buscando el gag inteligente.
CONFESO
PADRE RETORCIDO
Agil y desacomplejada, “Guía del mal
padre” supone un respiro en la trayectoria del firmante de obras del calado y
la entidad indiscutible de “Shenzhen”,
“Pyongyang”, “Crónicas birmanas” y “Crónicas de Jerusalén” (premio a la mejor obra
del Salón Internacional del Cómic de Angoulême 2012), inspiradas en sus viajes
por el mundo. Es un break en su
carrera artística y profesional, y, probablemente, en su día a día. Toma aire
en sus tribulaciones como padre. Agita sus neuromas y se da cachetes a sí mismo,
acepta posibles reprimendas, desnudándose con ironía ante el lector. Con
divertidas salidas de tono en lo que respecta a lo que uno espera de un buen
papá, Delisle, desnudo frente al espejo de lo convencional, se comunica con sus
mejores herramientas: su capacidad de síntesis en el dibujo y de narrar en
imágenes. Deleita con un ejercicio de catarsis como padre irresponsable,
egoísta y socarrón. Un testimonio personal elaborado con un sentido del humor
que quita hierro al asunto, a pesar del surrealismo de algunas reacciones, enarbolando
una visión personal del mundo reflejaba en sus anteriores volúmenes, en boca de
muchos, no sólo aficionados al arte secuencial.
“Guía del mal padre” invita a imaginar a Delisle en
la intimidad de su hogar, dulce hogar, como un tipo que se lo pasa igual o
mejor que sus chavales. Hay una alegría de vivir contagiosa en sus páginas.
Alguien así no puede ser aburrido para sus infantes. Ni para el lector. Toma
dosis de humor perfecto para mitigar tormentas familiares. Una medicina ideal
para el alivio del entorno familiar.
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