Un día de Diciembre de 1961, después de una cena copiosa y un poco de vinacho, Francisco Franco se despierta en plena noche después de sufrir pesadillas con una sola idea en mente: HAY QUE PONER LA ROJIGUALDA EN LA LUNA.
Esta es la premisa con la que comienza Nosotros llegamos primero, una primorosa comedia castiza llena de sexo, coñac, mujeres de curvas hipérboles y un sentido del humor extremo. Editada primorosamente por Autsaider Cómics, su autor es Furillo, conocido por sus colaboraciones en el TMEO, El Jueves y su álbum "Donde hay pelo hay alegría"
El álbum, de protagonismo coral, narra la puesta en marcha del proyecto Alzamiento Lunar en la España de los 60, con toda la caspa que había en el reino. Científicos nazis gays, asesinos de cipotes enormes, españoles de pura raza, lo cutre como común denominador... Furillo teje una historia donde se mezcla el James Bond de viajes espaciales con Martinez el Facha, en una aventura salpicada por las tetas enormes de las mujeres que dibuja.
Humor a cascoporro de un titán de lo grueso, de lo zafio, influido, por citar algunos nombres, por Robert Crumb, Alfredo Pons y con un toque de Pedro Vera, aunque con un estilo propio fácilmente reconocible.
Humor a cascoporro de un titán de lo grueso, de lo zafio, influido, por citar algunos nombres, por Robert Crumb, Alfredo Pons y con un toque de Pedro Vera, aunque con un estilo propio fácilmente reconocible.
Leyendo "Nosotros llegamos primero", si tienes edad suficiente, te verás transportado 30 años atrás, cuando comenzaste a leer las primeras historias adultas en El Víbora, y es posible que recuperes un poco del sentido de la maravilla prohibida de aquellos tiempos.
Uno de los tebeos españoles del año, sin dudarlo un segundo.
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