Diario de un oso en París: este librito, de forma apaisada es un híbrido perfecto. Mezcla cómic (en menor medida), fotografía, ilustración y literatura.
La base de todo son unas postales panorámicas del Palacio de Versalles. Encima de cada una de ellas, la autora Michele Siquot Bertotto ha dibujado un oso y su amigo pollo disfrutando de unas estupendas vacaciones, además de otros personajes y ornamentos, donde destacan debido al colorido de sus protagonistas.
Por si esto fuera poco, cada postal se complementa con unos textos que la madre de la protagonista supuestamente escribió en una visita a París en 1949. Lo cierto es que los textos son divertidos, y la tipografía utilizada, manual pero muy expresiva, ayuda a que todo el conjunto cobre sentido.
Una experiencia distinta, divertida, y que gustará a los amigos de la experimentación, aunque el resultado es accesible para todo el mundo.
La base de todo son unas postales panorámicas del Palacio de Versalles. Encima de cada una de ellas, la autora Michele Siquot Bertotto ha dibujado un oso y su amigo pollo disfrutando de unas estupendas vacaciones, además de otros personajes y ornamentos, donde destacan debido al colorido de sus protagonistas.
Por si esto fuera poco, cada postal se complementa con unos textos que la madre de la protagonista supuestamente escribió en una visita a París en 1949. Lo cierto es que los textos son divertidos, y la tipografía utilizada, manual pero muy expresiva, ayuda a que todo el conjunto cobre sentido.
Una experiencia distinta, divertida, y que gustará a los amigos de la experimentación, aunque el resultado es accesible para todo el mundo.
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