Entrevistamos a Santiago García, coordinador del libro Supercómic de reciente aparición.
Santiago García por Javier Olivares |
¿Cómo surgió la idea de crear este libro? ¿Por qué con Errata Naturae?
Hacía tiempo que tenía ganas de que se publicara un libro como éste en España, porque creo sinceramente que no había ninguno con esta perspectiva, es decir, un conjunto de ensayos sobre cómic modernos tratados "con normalidad", como los muchos que te puedes encontrar sobre cine, televisión, arte o literatura. Pensaba que el cómic estaba en una situación en este momento donde un libro como ése sería oportuno, porque podría dirigirse a un público que no viene directamente de coleccionar cómics de toda la vida, y que podría ser receptivo a este enfoque. Es más, un público que tal vez necesitara textos con este planteamiento. En ese sentido, tenía claro que el libro sólo tendría sentido si lo publicaba una editorial que no estuviera especializada en cómic, porque precisamente la intención era dirigirnos al lector en general, al lector casual que siente curiosidad por cualquier manifestación artística contemporánea, y entre ellas el cómic. Si te digo la verdad, Errata Naturae era la primera en mi lista de editoriales ideales para Supercómic. Su trayectoria editorial y su catálogo la sitúan justo en esa encrucijada cultural de la que te hablo: tienen libros de pensamiento, de televisión, de cine, de videojuegos... Cuando llevaba algún tiempo rumiando este proyecto, pero sin haber dado ningún paso para ponerlo en marcha, los propios editores de Errata Naturae se pusieron en contacto conmigo para pedirme un artículo para su libro sobre The Walking Dead, así que aproveché para presentarles la idea. Resultó que justamente querían un libro de cómic como el que yo tenía en mente, de modo que les encantó la propuesta y nos pusimos de acuerdo en diez minutos. Ha sido todo tan fácil que no me lo creo.
¿Qué pretendes conseguir con la realización de este libro?
Reunir un puñado de buenos textos sobre cómic que se puedan leer y releer con placer infinito. No aspiro a otra cosa, pero tampoco creo que sea una aspiración modesta. Conseguir eso ya es mucho. Como máximo, sugerir que existe ahí un camino o varios caminos para escribir y entender el cómic que son algo diferentes de lo que estamos acostumbrados a ver. Si alguno de estos textos sirve de inspiración a alguien para dedicarse a escribir sobre cómic y para seguir ampliando el discurso sobre el medio, será un beneficio añadido. Si a mí me gusta escribir sobre cómic es porque cuando era chaval leía textos sobre cómic. Si nadie los hubiera escrito entonces, hoy no existiría Supercómic.
¿Por qué no has escrito tu mismo ningún texto?
Porque siempre que puedo me gusta adscribirme a la doctrina de hacer que trabajen los demás para llevarme yo todo el mérito. Es muy descansado y más placentero. En serio, lo que más me interesaba era estimular a otras personas a escribir sobre cómic, y leer lo que tuvieran que decir. Siento mucha curiosidad por los puntos de vista de los demás. Y aparte, es lo que te decía antes: quería disfrutar de la lectura. A pesar de lo cual he acabado escribiendo una introducción que se puede considerar un texto con su propia entidad. Pero es sólo un pórtico para el resto del libro.
¿En qué te basaste para elegir los autores? ¿Cada autor propuso el tema sobre el que quería escribir?
Elegí autores cuya trayectoria conocía. Personas que sabía que iban a escribir textos que me interesarían, textos que serían estupendos. Me hubiera gustado incluir a otros, pero algunos no pudieron estar por diversas circunstancias y a otros no pude llegar a hacerles la propuesta porque ya nos excedíamos del espacio previsto. El libro ha acabado siendo mucho más extenso, y por lo tanto más costoso, de lo que había acordado en principio con el editor, y tengo que agradecer a Errata Naturae que siempre estuvieran dispuestos a hacer un esfuerzo por ampliarlo y mejorarlo. Lo que quiero decir con todo esto, en resumidas cuentas, es que los autores presentes en Supercómic no son los únicos capaces de escribir ensayos fenomenales sobre cómic en España, ni mucho menos. Hay otros ahí fuera que podrían dar forma a un volumen igual de maravilloso. La cuestión es que muchos no escriben sobre cómic, o no escriben más, porque no tienen estímulos para hacerlo ni plataformas donde se lo propongan.
En cuanto a los temas, hubo un poco de todo. Hubo autores a quienes les sugerí un tema porque sabía que eran afines al mismo. Es el caso de Óscar Palmer, editor de una de las colecciones de novela negra contemporánea más importantes que se publican ahora mismo en España, y que iba a ser capaz de dar una perspectiva única sobre el género noir en el cómic actual, o de Pepo Pérez, que hace algo más de un año se doctoró con una impresionante tesis sobre Frank Miller y que sé que tiene un interés muy activo por cuestiones de política y actualidad. Pero a Jordi Costa, por ejemplo, le propuse que escribiera sobre el humor, que es un tema que conoce profundamente, me dijo que prefería escribir sobre Daniel Clowes, y acabó haciéndolo sobre Shintaro Kago, cosa que agradezco enormemente porque dio entrada a algo que no estaría presente en el volumen sin su aportación. Es decir, que mi trabajo como editor era sugerir ideas a los autores y ayudarles a encontrar un tema con el que se sintieran cómodos y les resultara estimulante, pero ha habido gran flexibilidad para llegar al resultado final.
La única directiva real que les pedí a todos que siguieran fue que escribieran sobre cómic contemporáneo y adulto sin dejarse llevar por la nostalgia. Que escribieran sobre el hoy, aunque volvieran la mirada hacia el pasado.
¿De dónde surgió la idea del comic conjunto Mireia + Max?
Me parecía bonito mostrar las posibilidades del cómic para tratar el ensayo, las ideas, para romper con la servidumbre a la ficción y al relato como algo obligatorio. Así que pensé que estaría bien que algún autor de cómic expusiera sus propias ideas en forma de cómic. Sinceramente, echo un poco de menos que los historietistas no tengan más discurso, no articulen un poco más su visión personal del cómic. Creo que eso también es importante para estimular el medio. El caso es que una vez que tuve claro que quería que hubiera algo así en el libro, se me ocurrió que una colaboración entre dos autores, un diálogo dibujado, por así decirlo, podría resultar aún más estimulante y sorprendente para los implicados. Max y Mireia Pérez eran dos autores a los que se lo podía proponer porque los conozco y sé cuáles son sus inquietudes, y porque además tenían algo muy importante para que surgiera la chispa necesaria para sacar adelante este proyecto: cosas en común y diferencias. En común tienen cierta actitud artística ante el cómic, mientras que las diferencias de género y edad son evidentes. Pensé que reunían todos los ingredientes para hacer algo chulo. Lo más gracioso es que cuando se lo propuse me dijeron que de hecho ellos ya llevaban tiempo dándole vueltas a colaborar mutuamente. O sea que al final mi propuesta fue un catalizador para algo que llevaban tiempo deseando hacer.
¿Ves este libro como el primero de una lista de ensayos sobre comics editados por ti?
No, no tengo nada parecido pensado. Ojalá haya más libros parecidos a éste en el futuro, y ojalá yo los pueda disfrutar como lector, que es en última instancia para lo que he hecho éste, para contentar a mi yo lector. Pero no me veo coordinando otro.
¿Qué nos puedes decir de Panorama? En tu blog hablaste de otro poyecto además de estos dos, ¿Nos puedes adelantar algo?
Panorama casi podría considerarse el hermano de Supercómic. Intenta llegar al mismo público, es decir, al público casual que lee novelas gráficas pero no es coleccionista de cómic de toda la vida. En este caso, la intención es ofrecerles un muestrario del cómic que se puede hacer en España. Pedimos a un montón de autores que hicieran una historieta ex profeso para la antología, con la intención de que esta historieta sirviera de carta de presentación de la obra de cada autor concreto. Creo que al ver el volumen en conjunto se pone en valor el cómic español de nuestro momento, y esto puede hacer que muchos lectores descubran cómics que hasta ahora les estaban pasando desapercibidos. Al fin y al cabo, se trata de promocionar nuestras viñetas, de ayudar a darles visibilidad. Por eso precisamente el volumen no se acaba en las historietas, sino que añade un apéndice con un montón de reseñas de obras de autores que no están presentes en Panorama, porque queríamos que el lector curioso encontrase el mayor número posible de alternativas y propuestas, a pesar de las obvias limitaciones de espacio que impone un volumen. Estas reseñas son obra de Alberto García Marcos y Gerardo Vilches, por cierto, que han hecho un trabajo estupendo.
En cuanto al otro proyecto al que te refieres, es otra antología que no tiene nada que ver con las dos anteriores, y para un editor diferente de los dos anteriores. Está muy clara en mi cabeza, pero como todavía no he tenido tiempo de ponerme con ella, prefiero no adelantar más datos. Sí que me gustaría tenerla lista antes de final de año.
1 comentario:
San Modesto baja. Si es magnifico para el público en general, sobre todo por la casi nula referencia gráfica a lo que se comenta.
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