El formato de estos libritos, para el que lo desconozca, es pequeño, en blanco y negro y con una economía de dibujo importante. Casi bocetos, los tomos se componen de historietas cortas con un humor muy elaborado, marca de la casa, donde muchas veces, a base de repetir dibujos, el autor provoca una sonora carcajada.
Y es que quizás Vives no haya descubierto el humor, pero le está dando una nueva forma, en base sobre todo a su capacidad para realizar dialogos creibles y provocar situaciones inverosimiles pero que a la vez podrían ser perfectamente normales. Además, evita ser políticamente correcto, metiendo temas brutales de repente, que dejarán descolocado al lector.
No es el mejor de la saga, pero sigue haciendo reir.
2 comentarios:
Hay artistas que nunca pasan desapercibidos. O son adorados u odiados.
En el caso de Vives ocurre con su obra. Considero que tiene talento, pero me parece, como poco, desconcertante...
¡Un saludo!
A mí me parece que tiene un talento brutal, y la capacidad para explorar nuevos caminos.....
En general sus cómics me gustan.
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