viernes, 20 de julio de 2012

Reseña: Daredevil. La sonrisa del diablo


Daredevil, la sonrisa del diablo es un muy buen cómic, excelente si me apuráis. Tiene todo lo que debería tener un buen tebeo de superhéroes, acción, dinamismo, personajes interesantes, un buen guión y unos buenos dibujos. Este cómic tiene todo eso y más. 

Y es que el gran Mark Waid, el hombre especializado en relanzar franquicias ha llegado a la colección del hombre sin miedo para ponerlo todo patas arriba, para alejar a Daredevil de esa sensación que teníamos todos de héroe atormentado, culpa de Frank Miller, y devolverlo al héroe risueño y burlón de sus principios, y todo esto ahondando en determinados aspectos del personaje que pocas veces se habían estudiado con tanta profundidad, como por ejemplo, su ceguera, excelentemente tratada, teniendo en cuenta que es uno de los aspectos que hacen de Daredevil / Matt Murdock el personaje que es, pero también cómo funcionan sus poderes y la forma en que los usa para su beneficio.

Aunque todo esto podría no haber llegado tan lejos de no contar con dos dibujantes escepcionales, que aúnan un dibujo lleno de estilo con la capacidad de generar algunas de las mejores escenas de acción vistas en un comic, así como de desarrollar los conceptos que se le ocurren a Waid.



Julian M. Clemente ya nos avisa desde el prólogo que este es un momento estupendo para empezar a leer las aventuras de Daredevil aunque no hubieras leído nada suyo antes, y es que Waid ha comenzado una nueva etapa, pero sin olvidar quien es el personaje y lo que le ha pasado, ya que como hemos comentado, en los últimos años, cualquier guionista que se encargara del personaje le sometía a todo tipo de crueldades. Pues bien, con Waid, Daredevil decide afrontar la vida de otra manera, como persona y por ende, como superhéroe, siendo más optimista, asimilando todo lo que le ha pasado, pero mirando al futuro con una sonrisa. Eso se transforma en historias más dinámicas, con un Daredevil otra vez socarrón y enfrentándose a amenazas que quizás no fueran con él, que le exceden. Además, decide darle un nuevo enfoque a su bufete.

Seguiría escribiendo líneas y líneas de este tomo, pero sinceramente, os recomiendo que lo leáis vosotros mismos, y que disfrutéis de cada línea y de cada viñeta de Paolo Rivera o Marcos Martín. Me lo agradeceréis.



P.D. Nunca podré agradecerle a Mark Waid que haya creado a ese villano llamado aquí Boxeador, una especie de luchador enmascarado que espero volver a ver en muchos sitios.



P.D. 2. Atentos a la imaginativa e impresionante portada del tomo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mark Waid, nada mas que añadir jk_666r@hotmail.com