martes, 5 de junio de 2012

Reseña: Motor Lab Monqi



Rey Lear nos ofrece la nueva obra de Miguel Ángel Martín, Motor Lab Monqi. Retrato de Brian the Brain como adolescente, que, como su propio nombre indica, es la continuación de las aventuras de uno de los personajes más carismáticos y conocidos del autor.

Brian ya va al instituo, y en Biolab, el laboratoio de investigación donde vive y sirve como cobaya conoce a nuevos amigos. Por una parte está Sinan, una chica sin brazos y piernas pero que tiene un trabajo oculto de lo más curioso además de unas prótesis de alta tecnología. También puede considerar un amigo a Monqi, el mono que da título al comic y que también sufre allí todo tipo de experimentos.

Con la edad, Brian cada vez está más marginado, y en el instituto es un chico solitario, poco respetado; pero algo cambiará en él el día que un chico comete una masacre en el instituto. Brian sobrevive pero desde entonces todo cambia, y parece perder parte de su coeficiente intelectual. Paralelamente, entabla una relación especial con Sinam que le abrirá los ojos a determinados aspectos de la vida que quizás nuca se hubiera planteado.



Este comic está lleno de silencios, hay más viñetas sin bocadillos que con ellos, viñetas que utiliza Martín para dejarnos pensar, para meternos en la mente de los personajes, para intuir lo que no se dice. Y por otra parte, muchas de las frases que salen habitualmente de la boca de Brian o Sinam son preguntas realizadas directamente al lector, cuestiones éticas o morales que debemos resolver, en las que Brian es sólo el mero conductor.

En Motor Lab Monqi, la historia probablemente sea lo de menos, y Martín está más interesado en plantear situaciones, y hacer evolucionar a su personaje hacia el tercer tomo de la trilogía. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Has reventado la historia entera en tu descripción, desde el principio hasta el final, para cualquiera que no lo haya leído. Afortunadamente no es mi caso. Por favor, un poco de cuidado, hacer una reseña de algo no significa desvelar el argumento.