Planeta DeAgostini edita Hijos de la Alhambra, obra de Paco Roca realizada en 2007.
Este álbum parece que nace con la intención de ser el primero de muchos protagonizados por Alexandre Ícaro, un pintor francés que, harto de una aburrida vida en París, decide conocer mundo y dibujar lo que se encuentre.
En esta primera aventura, Ícaro viajará a Granada, concretamente a la Alhambra, seducido por un libro que habla de tesoros y estancias ocultas. Y es que a mediados del siglo XIX, la Alhambra no era ese lugar turístico ultra protegido que es ahora, y allí vivían los pobres y desheredados.
Cuando Alexandre llega se encontrará con lo que había venido a buscar, sí, pero también con algo que no esperaba, y es la resurrección, literal, de Farax Aben Farax, uno de los últimos musulmanes que defendió el reino frente a los cristianos. Junto con el jefe de la guardia deberá desentrañar este misterio lleno de asesinatos.
Hijos de la Alhambra es una historia correcta, que cumple con todos los ingredientes de un tebeo de aventuras, con acción, misterio y romanticismo, además de un toque mágico. El dibujo de Roca es el habitual, sin ser un prodigio, sin pretender deslumbrar en cada viñeta (Aunque algunas panorámicas de La Alhambra de la época son preciosas). Cumple perfectamente y se pone al servicio de la narración, haciendo de la obra un todo compacto disfrutable.
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