He de reconocer que Thor no es uno de mis personajes favoritos de comics. Es más, se encuentra en esa lista de personajes a los que les tengo un poco de tirria. No me preguntéis por qué, pero es así. El Dr. Extraño también se encontraría en esa lista.
La peli se basa, como todas las que últimamente que están relacionadas con el futuro proyecto de Los Vengadores, en una presentación del personaje, lo que hace que, pese a resultar entretenida y cumplir con las expectativas, deje un pequeño vacio de que podría haber sido más, al menos que se podría haber contado más.
Asgard forma parte de los 9 mundos, al igual que Midgard, la Tierra. En Asgard viven el equivalente a ciertos dioses nórdicos, como son Odin, Thor, Loki... debido a un desencuentro, Odin decide desterrar a Thor a la tierra, sin sus poderes y sin su martillo Mjolnir; se supone que será una cura de humildad. Allí se encontrará con Jane Foster, que investiga fenómenos relacionados con el universo y surgirá la chispa. Mientras, en Asgard, Loki confabula para usurpar el trono.
Thor cuenta con todos los ingredientes necesarios en una buena peli de palomitas: acción (justa), buen desarrollo de personajes, cierto toque cómico propiciado por la ayudante de Jane Foster y el toque romántico. Además, cabe destacar la impresionante recreación de Asgard y del Puente del Arco Iris.
Y los actores también ponen su granito de arena, desde el protagonista, un desconocido Chris Hemsworth que podría pasar por un Brad Pitt hipermusculado, pero que cumple hasta Natalie Portman, en lo que parece ser un papel alimenticio pasando por los interesantes secundarios de lujo, como son Anthony Hopkins en el papel de Odin, Rene Russo o el imponente Idris Elba.
En definitiva, una película entretenida que sigue manteniendo la línea media de calidad de las últimas producciones de Marvel en el cine comenzadas por Iron Man. No en vano, entre los guionistas está el aclamado J. Michael Straczynski
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