Recuperando el Esplendor Americano
Por fin La Cúpula se decide a prestarle la atención que se merece a Harvey Pekar y nos ofrece una antología que constará de 3 volúmenes e incluirá lo mejor de su obra. Por desgracia, no es una recopilación integral.
La carrera en el mundo de los cómics de Pekar se podría resumir en que estaba en el lugar adecuado en el momento adecuado. Si conoces su vida hasta el momento en que empieza a escribir comics, nada hace pensar que se convertiría en uno de los autores más interesantes dentro del género autobiográfico, pero a través de la música, principalmente, fue entrando en un círculo de amigos con grandes intereses culturales y eso le llevó a intentar escribir comics. Por supuesto, la guinda, lo que hizo que sus cómics tomaran notoriedad fue que entre sus primeros dibujantes estaba Robert Crumb, y eso abre muchas puertas, a pesar de que en aquella época no era la estrella que es hoy en día.
Este primer volumen nos ofrece las primeras historias de Pekar, que como sabéis, en todas sus historias habla principalmente sobre su vida (aunque curiosamente, en algunos episodios todavía no se atreve a referirse a él mismo con su nombre, utilizando un alter ego). Tiene un trabajo monótono, sus relaciones con las mujeres son difíciles y además es bastante gruñón, tiene un carácter difícil...
Lo que hace grande a Pekar es saber sacar el jugo a todas estas historias, encontrar el interés en la pura anécdota, hacer una historia genial del descubrimiento de que en su ciudad hay tres personas que se llaman como él en la guía telefónica.
Por supuesto, la época en que transcurren las historias y los amigos un tanto especiales que tiene hace que los relatos sean aún más entretenidos.
Son muchos los autores que se han visto influenciados por este tipo al que no le da miedo ni le avergüenza contar sus intimidades, sus secretos, sus sentimientos en definitiva. Joe Matt, por ejemplo, ha llevado hasta el extremo el exhibicionismo sentimental de Pekar y Crumb.
Al ser varias historias realizadas por diferentes dibujantes, esto podría suponer un handicap para el total de la obra, aunque al final se ha convertido en su principal seña de identidad. y es que claro, al lado de Crumb, cualquier dibujante parece mediocre, y hay que tener en cuenta que muchas veces los dibujantes de American Splendor no estaban excesivamente bien dotados para el dibujo. Sin embargo, y en contra de lo que pudiera parecer, el resultado final no desmerece.
Greg Budget, Gary Dumm, Gerry Shamray y Kevin Brown aportan una versión distinta, que nos muestra otros matices.
Estamos sin duda ante una obra fundamental, que cualquier amante del comic underground debería leer, y que además, ha envejecido con dignidad.
Además, hay que felicitar a La Cúpula por una edición digna y cuidada, muy acorde con el material que recoge.
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