Reseña: Hitler, la novela gráfica

Shigeru Mizuki estuvo un tiempo obsesionado con la figura de Hitler. Tanto que hasta se dejó un bigotito como el suyo. Poco a poco el autor manco (muy conocido en Japón por esta característica) se fue dando cuenta de lo horrible de esta figura, pero también de la atracción que ejercía y decidió narrar su biografía en formato manga.

Todos, en mayor o menor medida, hemos tenido interés en saber como un hombrecillo como Hitler llegó a convertirse en uno de los mayores disctadores de la historia, y como Alemania lo permitió.

Mizuki comienza con la vida de un joven Adolf buscándose la vida en viena como pintor artístico. No lo consigue y anda de aquí para allá, incluso vagabundeando Aún así, tenía unas fuertes creencias políticas (y racistas).

Su paso en el ejercito, y sus valientes acciones hacen que se convierta en un pequeño héroe nacional, y eso, junto con una serie de circustancias, hará que entre en política, donde su caracter megalómano ya es evidente.

Alemania lo está pasando mal y necesita un cambio, así que, no sin pasar muchas dificultades, Hitler logra hacerse con el poder, y comienza a dar rienda suelta a sus ansias expansionistas.

El autor japonés se centra única y exclusivamente en la vida política (y a veces personal) de Hitler, oviando durante todo momento el exterminio.

Eso nos hace ver más en profundidad cuales eras sus intereses, motivaciones etc.

Mizuki utiliza un estilo semi realista, aunque el lector neófito en el cómic japonés se sentirá sorprendido de algunos momentos en que ciertas figuras se caricaturizan para dar más énfasis.