A mediados de la década de los 70, Harvey Pekar era un anónimo con serios problemas de disfonía viviendo en Cleveland. Gracias a la insistencia del dibujante Robert Crumb, decidió que en vez de quejarse en voz alta, lo haría por escrito. Fue el inicio de American splendor, una serie de cómics que narraba la epopeya del hombre común y corriente y donde Pekar contaba su vida. Cuando la tira llegó al cine en 2003, con Paul Giamatti en el protagónico, Pekar ya era un fenómeno de la novela gráfica.
La pantalla grande y la sobreexposición estuvieron a punto de marear al espíritu underground de Pekar. Pero también lo obligaron a dar un giro: dejó la autobiografía y se puso a escribir sobre otros. Hizo un cómic sobre Vietman, otro sobre el radicalismo juvenil de los años 60 y ahora lanza su trabajo más ambicioso: The beats, A graphic story, su homenaje Jack Kerouac, Allen Ginsberg y William Burroughs. Acaso los precursores de su desprejuiciado y arrojado estilo de ver la realidad.
TRIBUTO
Fijado para salir esta semana en Estados Unidos, en The beats Pekar indaga en las historias de los protagonistas de la generación que la escena artística estadounidense mucho antes que los hippies lo hicieran con sus acciones por la paz y la "revolución de las flores".
Con 208 páginas, e ilustraciones en blanco y negro, la historia comandada por Pekar y escrita en compañía de su esposa, Joyce Brabner, fue creada en base a los artículos que los mismos artistas pertenecientes a la generación Beat publicaron durante sus años de apogeo. Los dibujos corrieron por cuenta de Ed Piskor, un colabodor habitual de la serie American splendor.
Kerouac, Ginsberg y Burroughs son los protagonistas, pero también se rescatan otros personajes: aparecen las pinturas de Jay Defeo, se muestra el impacto del jazz en el movimiento y los encuentros en la librería del poeta Lawrence Ferlinghetti, City Lights, en San Francisco. A través de un vertiginoso relato, Pekar revive la marginal escena que en los 50 inventó la contracultura. Un sentido tributo del hombre común que también es parte de la literatura experimental.
Fuente: La Tercera
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