El 'manga' crece en adeptos y los dibujos japoneses comienzan a ser parte importante del ocio adolescente en Asturias. Así lo han notado María Luz Pontón y Ángela Fernández, coautoras del primer manga en bable, 'La maldición'. Ayer presentaron la ampliación de su obra, titulada 'Catuxa la bruja', escrita en castellano en esta ocasión. Lo hicieron en el marco del congreso de cultura japonesa, que viene desarrollándose desde principios de semana en el Edificio Histórico de la Universidad y que, con motivo de la conferencia sobre este género, ayer se llenó. La afición ya había dado antes pruebas de su existencia: el primer salón del 'manga' celebrado en Oviedo el pasado mes de diciembre atrajo 3.000 visitantes, según la organización.
'La maldición' y 'Catuxa la bruja' son los dos únicos cómics de inspiración japonesa que se han publicado en Asturias. Gracias a estas obras, la dibujante, Ángela Fernández, ha recibido ya ofertas para trabajar con distribución nacional. Según cuenta, en España «apenas hay 3 o 4 personas que hayan publicado un manga». Esta 'mangaka', término que designa a quienes dibujan cómic japonés, es aficionada desde los 12 años. «Cuando yo empecé no había casi nadie que lo leyese, ahora ha crecido mucho». Fernández sitúa la media de edad de los lectores en los 16 años.
¿Por qué atrae tanto este arte a los jóvenes? María Luz Pontón, escritora, lo tiene claro: «Les gusta por lo transgresor». Tras la Segunda Guerra Mundial, Japón «estaba devastado económica y moralmente y la sociedad comienza poco a poco a romper temas tabú, es el manga». Además, según cuenta, los dibujos mezclan «exotismo con toques de occidentalización y eso, a los jóvenes, les apasiona». «Si quieres contar algo y quieres que los jóvenes lean, este medio también es bueno», asegura.
Fuente: El Comercio Digital
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