Semana Negra: Charla con Gene Ha

Gene Ha es un tipo muy simpático. Tiene una cara amable y así se presentó en su charla en la Semana Negra de Gijón. Es casi exclusivamente conocido en España por su serie Top Ten, guionizada por Alan Moore, y sobre eso giró todo el dialogo.
La Charla estaba moderada por José Manuel Estébanez y Germán Menéndez con las inigualables traducciones de Diego.

La primera pregunta que le realizaron fue sobre como consiguió trabajar con Alan Moore, cuando no tenía un Curriculum muy extenso a sus espaldas. Ha comentó que estaba hablando con Alex Ross diciéndole la envidia que le daba que él estuviera haciendo portadas para Moore y este le dijo que por que no le buscaba y le ofrecía sus servicios, y Ha se animó. Le buscó por un par de editoriales hasta que por fin dió con él y consiguió en trabajo en Top Ten.
La creación de personajes es un tema muy interesante, tanto los protagonistas como la cantidad de secundarios que salen en todas y cada una de las páginas.
Alan Moore le daba, con respecto a los protagonistas, descripciones detalladas de la mayoría de ellos, pero en algunos casos concretos, y muy curiosos, como por ejemplo, con Smax, uno de los protagonistas, la descripción fue "que sea Azul y duro"
Y atendiendo a los tipos que aparecían por doquier en la calle, paseando etc, y que eran fácilmente reconocibles por cualquier lector, normalmente superheroes al principio Moore le daba un listado con todos y cada no de los que debían aparecer, lo que le supuso más de un problema, ya que el no conocía a todos esos personajes.
Tuvo que pedir ayuda a alguno de sus lectores, y a cambio de su ayuda, les prometió que su nombre aparecería en el cómic, por ejemplo en forma de grafitti.


La ciudad es un personaje más en Top Ten, y surge la duda de si fue Moore el que le pidió que fuera así. Gene Ha dice que no, que el británico quería una ciudad mucho más típicamente americana, llena de ladrillo rojo, para que las historias de policías funcionaran mejor, pero Ha le convención para que tuviera algunos niveles más de profundidad, con algunos aspectos más de ciencia ficción que permitieran situar otras historias.

Le preguntan si él iba a dibujar Top Ten desde el principio. Cuando contactó con Moore, quedaban dos series libre, Top Ten y Promethea. Despues de leer el guión de Top Ten, no pensó que fuese a ser capaz de dibujar todos aquellos personajes y aquella ciudad, y se veía mucho más capaz de dibujar Promethea, pero fue Moore el que decidió que Promethea sería para J H Williams III y la otra para él, convenciendole de que sería capaz de realizarla.

Una asistente a la charla le pregunta si nunca ha pensado en guionizar sus propias historias a lo que contesta que sí, que siempre le está rondando la cabeza, pero que siempre encuentra un guionista mejor que él, que es lo que le ha pasado con su colaboración con el libro Pepsi, de la Semana Negra.

Para terminar, suelta una semi primicia, pues la verdadera primicia se comunicará la semana que viene en la San Diego Comic Con y es que realizará un trabajo de unas 90 páginas con un guionista que siempre ha querido colaborar y que no será editado por Marvel ni Por DC.

Semana Negra: Exposición y Mesa Redonda sobre el 11 M

La Semana Negra rinde homenaje a las víctimas del 11M con una exposición



Una de las 2 exposiciones con las que cuenta la Semana Negra está dedicada a mostrar los originales de 11M, la novela gráfica, cómic publicado por Panini Cómics y que está basado en los atentados terroristas del 2004 que todos conocemos.

Ángel de la Calle, encargado de seleccionar la exposición relacionada con los cómics en la Semana Negra, este año lo tenia muy claro, según comentó en la mesa redonda que se realizó con motivo de la exposición “11M en esos trenes viajábamos todos”, y que contó con la presencia de los autores de la novela gráfica en la que se basa la exposición y del editor del catálogo que se regaló posteriormente.

Uno de los motivos principales es que 11 M, la novela gráfica le parece uno de los acontecimientos editoriales más importantes de los últimos tiempos y una muestra de madurez del cómic en nuestro país. La otra es era la de tratar de ser un poco justos con la obra, pues según sus propias palabras, 11M tenía que haber sido el cómic del que todo el mundo hablara en el Salón del Cómic de Barcelona, donde se presentó, y quedó eclipsada por otro tebeo, que no era más que una pura maniobra de marketing, por lo tanto, esta exposición era su manera de rendirle el tributo que se merecía.

En esa misma mesa redonda, los autores Toni Guiral y Pepe Galvez, guionistas, y Joan Mundet, dibujante, pese a los problemas técnicos de la sala, pudieron expresarle al público lo que quisieron comunicar con la obra y la cantidad de emociones que tuvieron que vivir durante el proceso de documentación, sobre todo a la hora de entrevistarse con las víctimas. Cabe sorprenderse que a estas alturas mucha gente les comentara que: “como se iban a atrever a tratar un drama como ese en un medio “humorístico” como era el cómic”(sig).
Comentaron que era un trabajo de encargo, que nació por parte de Alejandro Martinez Viturtia hacia Guiral, y que este tardo muy poco en decir que sí, pero pidió que le acompañara en la aventura Pepe Gálvez. Ambos se repartieron el trabajo técnico del guión y decidieron como debía estructurarse la historia (incluye tres personajes de ficción) y sobre todo, que solo se iba a centrar en hechos probados. Insistidos sobre ese punto, Gálvez fue tajante y dijo que no iban a dar alas a las teorías conspiranoides que no habían sido refrendadas por un tribunal constitucional.

Se echo en falta la presencia de Pilar Manjón, prologuista de la obra, también invitada pero que no pudo asistir por problemas médicos.

Centrándonos en la exposición, esta está formada por 55 planchas originales, incluidos bocetos y páginas terminadas, así como la portada. Éstas nos permiten contemplar todo el proceso de creación del artista, Joan Mundet, desde que esboza la primera idea, hasta ver que soluciones elige y como difiere el resultado final de lo planteado originalmente.

La exposición se complementa perfectamente con el mencionado catálogo que se regala durante la Semana Negra y que incluye interesantes textos de los propios autores así como de Ángel de la Calle, Norman Fernández, Alejandro Martínez Viturtia, Yexus y Roberto Noya.

Gran cantidad de gente está visitando los originales de la obra y muchos de ellos, interesados, pasan por caja después para comprar este volumen que, ya desde la distancia que permiten los años, echa un vistazo a uno de los sucesos más trágicos de nuestra historia de una manera serena.

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Tebeos y Propaganda

Quienes hayan tenido oportunidad de visitar en Salamanca la exposición organizada por el Ministerio de Cultura Los tebeos en la Guerra Civil: Niños y propaganda (1936-1939), que se clausuró el domingo, se habrán llevado quizá una decepción al comprobar que una buena parte de los 157 ejemplares expuestos corresponden a publicaciones radicadas en la España franquista, por lo que el subtítulo referente a la propaganda ideológica se constriñe casi exclusivamente al bando sublevado, sin que apenas se pueda apreciar tan definida y explícita orientación en las cabeceras expuestas y editadas en territorio republicano.
Consignada esa matización, que deja un poco en entredicho el objetivo que se desprende del título de la muestra como panorámica conjunta de los periódicos infantiles de las dos Españas enfrentadas, así como su proyección como herramientas de propaganda partidista, es de valorar la exposición por lo que comporta como testimonio de un periodo tan aciago de nuestra historia. El trabajo recopilador del comisario del evento, Antonio Martín, así como su prolongada y concienzuda labor investigadora como historiador del cómic en nuestro país, son dignos del mayor aprecio.
Dada la importancia que tuvieron los tebeos en la niñez de aquellos españoles que llegamos tarde a la televisión y para quienes aquellas publicaciones constituían el más barato y accesible medio de diversión y entretenimiento, quise que me acompañara mi hija de 13 años a la exposición de Salamanca. Pretendí con ello darle una versión más directa, a través de las viñetas de los ejemplares expuestos, no sólo de mi propia capacidad de evocación de los tebeos de mi infancia muchos años después, sino de lo que esa configuración propagandística del cómic representó como parte de la educación nacional-católica recibida durante el franquismo.

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