Angulema (Francia), 28 ene (EFE).- Mientras el libro electrónico se  abre paso a zancadas en el universo editorial, el mundo del cómic  estudia con recelo la augurada reconversión del texto impreso desde la  ciudad francesa de Angulema, que celebra anualmente el festival más  importante de Europa consagrado al "noveno arte".
Más de 500  dibujantes de historietas pasean entre coleccionistas, editores y  curiosos por los salones y exposiciones de Angulema, una discreta  localidad del centro sur de Francia que, como cada año, se volcará hasta  el próximo domingo para acoger a unas 200.000 personas aficionadas a  esta disciplina reservada a una inmensa minoría.
Autores como  Sempé, Robert Crumb, Zep, o Enki Bilal son algunas de las estrellas  invitadas a la 37 edición de la muestra, en la que también participa el  reportero-dibujante estadounidense Joe Sacco o el cineasta israelí Ari  Folman, ganador de un Globo de Oro a la mejor película de habla no  inglesa por su cinta de animación "Vals con Bashir".
El del cómic  es un espectro diverso que goza de cierta anarquía creativa y en el que  los propios autores y editores encuentran dificultades para reconocer  unánimemente nuevas tendencias, como demuestra que el Festival de  Angulema vaya a repartir hasta siete galardones entre el medio centenar  de obras de la sección oficial.
Pero hay ciertas realidades que  detectan bastantes expertos, quienes -sin mostrarse demasiado  categóricos- identifican un "boom" de las novelas gráficas, un interés  del sector hacia las mujeres dibujantes y no poca incertidumbre por el  desarrollo futuro de las historietas en un mundo digitalizado.
"El  e-book (libro electrónico)... todavía no se sabe muy bien por donde  tirará. Es el gran futuro, parece ser", explica a Efe Graciela Pérez,  responsable de relaciones internacionales del Salón del Cómic de  Barcelona.
La adaptación del cómic a las nuevas tecnologías es tan  antigua como los primeros dibujos animados, que encuentran sus orígenes  allá por 1910, así que el nuevo mundo digital podría suponer una  oportunidad para un sector acostumbrado a abrirse camino con dosis extra  de inventiva, ya que nunca se ha reconocido el de la historieta como un  arte con mayúsculas.
La pantalla -grande o pequeña- se ha  convertido incluso en una ventana para acceder a más público,  especialmente niños, con ejemplos como el de Ásterix el galo, o el  vaquero Lucky Luke, Batman, Spiderman o Superman, que vivieron aventuras  en papel, después llegaron a la televisión y finalmente fueron llevados  al cine.
Por eso, pocos temen que el "e-book" vaya a arramplar  con el viejo TBO, como explica a Efe el dibujante Fran Collado, autor de  "Hotel Safari", quien considera que "lo más lógico es que se creen  diversos públicos", pero que no contempla que la historieta tradicional  vaya a desaparecer.
"Esto del cómic es muy fetichista. A la gente  le gusta tocarlo", apunta.
Antes de que llegara el libro digital  -y del impulso que le pretende dar el iPad, el último artilugio de  Apple, una firma que ya revolucionó la música con el Ipod y la telefonía  móvil con el Iphone-, los autores del cómic habían empezado adaptarse a  una era no analógica.
Actualmente, "el cómic-blog es muy  importante. Hay muchos dibujantes que hacen cómics en internet que  pueden consultarse regular y gratuitamente", observa Marine Loscos,  responsable de la escuela francesa de animación EMCA, aunque cree que no  sería positivo que el blog reemplazase totalmente al papel.
"Si  el papel llega a desaparecer, es necesario que haya formatos como el  e-book que se puedan comprar, en vez de ser gratuitos", agrega Loscos,  quien asume que aunque algunos cuadernos de bitácora digitales reciben  ingresos por publicidad la mayoría no funciona económicamente.
A  esta oleada de nuevas tendencias se han sumado empresas como digiBidi o  Ave!Comic, que proponen historietas con sonido, un híbrido entre el  papel y la animación que se asemeja al cómic musical sobre la vida del  fallecido Michael Jackson que ya puede encontrarse entre las  aplicaciones de algún moderno teléfono móvil.
Quizá dentro de dos  décadas el premio que el Festival de Angulema concede a un cómic de  importancia histórica -sección en la que este año compite el español  Carlos Giménez con "Paracuellos" y los argentinos Solano López y  Oesterheld por las míticas historietas de "El Eternauta" - albergue una  sección electrónica.
Pero, por ahora, las historietas de la  sección oficial, a cuyos galardones aspiran el español José Luis Munuera  por "El signo de la Luna" están editadas, encuadernadas y huelen a  tinta y a papel al pasar sus páginas.
yo estoy haciendo un comic que voy editando en la red,pero siempre pienso en papel, no se nada de ordenador, ni conozco ningún programa para dibujar, me gusta el dibujo manual de toda la vida, pero reconnozco que el ordenador da unas posibilidades imensas, a gente como yo que es totalmente desconocida, pero el ordenador es otro formato cuando empezemos a pensar en historietas para el ordenador , todo va a cambiar y eso no sera comic, sera otra cosa .
ResponderEliminarYo creo que debería verse como un nuevo formato, nuevas vías para explorar, ¿no?
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