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sábado, 30 de enero de 2016

Entrevista a Mauro Entrialgo sobre "Lo Contrario"

Entrevistamos a Mauro Entrialgo sobre "Lo contrario" su nuevo libro publicado por Diálogo Ediciones

lo contrario de mauro entrialgo


- ¿Qué se incluye en "Lo contrario”? 
Historietas muy diversas que he realizado en la última década para todo tipo de lugares. Muchas son material inédito en papel realizado originalmente para exposiciones y material que fue publicado en su momento en revistas ajenas a la escena comiquera.

- ¿Hay un hilo conductor entre lo publicado?
Como autor nunca he sido demasiado amigo de la ficción pura y dura aferrada al género. Mis historietas siempre han tenido conexión directa con la realidad y esto es algo que en la última década se está agudizando más como se puede notar en varios de mis últimos trabajos que son obras mixtas, pero en esencia documentales (como “El conflicto del Sahara” , “La historia de la perfumería Ibarrondo” o el proyecto en el que estoy ahora metido).

En “Lo contrario” se recoge esta tendencia y es la que creo da entidad al conjunto. Incluye, como siempre, mucha sátira social, política, cultural y de costumbres, pero también ensayo (“Lo contrario de dibujar”, “Ironía inversa”), crónica periodística (“La gala de los premios”), autobiografía (“El dictador, el dibujante, etc.”), guía turística (“Cuatro cosas interesantes en Madrid”) o incluso historia pura y dura (“La enfermedad que no la producía un germen” o “La pierna del general Santa Ana").

superheroes de Mauro Entrialgo Lo contrario


- ¿Por qué el título? ¿Quieres transmitir algo con el?
El volumen contiene material realizado con técnicas de dibujo y pintura muy diferentes: desde el frotamiento de dedos sobre la pantalla de un iPad hasta el pegado de láminas de acetato de colores sobre papel Canson, pasando por el uso de acuarelas de un euro del Tiger, los rotuladores Posca o el escaneo directo de dibujos ajenos.

El libro toma su título del de su primera y más larga de sus historietas, en la que reflexiono sobre las diferencias entre dibujar y pintar y la posible conexión entre dedicarse a esas actividades y el hecho de conducir o no. Del mismo modo, la portada y contraportada del libro han sido pintadas en un iPad, mientras que la primera y última página de las tripas contienen versiones de esas mismas pinturas, pero dibujadas a línea con un rapidógrafo y coloreadas en un programa vectorial.

batalla vitoria mauro entrialgo


- Me parece curioso que en el índice se comenta que una página ha sido publicada originalmente en Twitter ¿Crees que es la primera vez?
La primera vez que recojo en un libro mío material que publiqué originalmente en Twitter, sí. La primera vez que lo hace alguien, supongo que no. Te explico: de vez en cuando se me ocurren ideas breves que me apetece contar con dibujos e imágenes que no encajam bien por tono o estilo en ninguna de mis colaboraciones habituales. Normalmente las aboceto y guardo en alguno de mis cuadernos. A veces se quedan allí sepultadas para siempre, a veces veo alguna unos años después y la reutilizo. Twitter te da la posibilidad de mostrar al instante aquello que acabas de hacer, así que en los últimos años de vez en cuando he ido tuiteando algunas de estas ideas. Sobre todo, aquellas que para ser comprendidas bien necesitan ser consumidas en ese preciso momento. Pero, a la hora de estructurar el libro vi que un par de ellas transcendían el instante en el que las subí porque eran perfectamente comprensibles fuera de contexto y, es más, me gustaban mucho. Con lo que consideré que merecían ser recogidas en papel.

- ¿Crees que esta obra puede llegar a otro público que no es tu habitual?
La experiencia de llevar más de 35 años publicando historietas me lleva a la conclusión de que no tengo ni puta idea. Sospecho que no, porque los libros de historietas de material diverso de un mismo autor suelen ser consumidos por un público reducido de aficionados. Pero en esta escena, como en la vida, siempre existen demasiados factores como para vaticinar algo con mucha seguridad.

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miércoles, 27 de marzo de 2013

Interview with Marcos Martin about The Private eye

Interview with Marcos Martín



How did the idea of The Private Eye came up?

This is just a Brian's idea. A concept that came up as an observation of the current affairs and the role of the social networks in the way we interact with each other.

Why only online? Are you leaving behind those without mobile devices? Will we see a paper version?
Online distribution is a combination of diferent issues, but the main reason is to be able to reach the maximum audience with the minimum cost for them, which is, to me, to go back to the roots of the comic books as pop media with large editions on affordable prices. Besides, I don't think we are leaving anyone behind... as long as you have a computer or an ipad or a smartphone. And yes, there won't be a paper version.


Is this written and drawn especially for tablets?
Initially, the format is optimised for the computer screen because I thought it would be more worldwide than tablets. Nevertheless, you can download it in all devices such as smartphones or tablets.

How much money are you expecting to get with this? Have you made your number public?
Enough to keep on working. I don't know the exact figures yet, we haven't talk this issue with Brian yet.


I believe you weren't online at all, not even in a blog. Does it probe that you can be an international comic maker without any online presence?
It seem like! :)

And talking about it, the subject of The Private Eye seems to be about the dangers of the social networks, the lack of privacy. Would you tell us why?
I'm afraid this is a question for brian. But anyway, I think this is a key issue in the current society and both Brian and myself are very interested in. It might be mainly because we are spectators more than actors in this whole thing. 
 



Traducción: Julian Ramirez


domingo, 24 de marzo de 2013

Entrevista a Marcos Martin sobre el comic The Private Eye

Realizamos una pequeña entrevista a Marcos Martín con motivo del reciente lanzamiento del comic online The Private Eye


the private eye


-¿Cómo surgió la idea de The Prívate Eye?
La idea de la historia es únicamente de Brian. Un concepto que surgió como observación de la realidad actual y del papel que están teniendo las redes sociales en nuestra sociedad y en la manera de relacionarnos.


- ¿Por qué distribución solo online? ¿Se margina a quien no tiene acceso a dispositivos móviles? ¿Habrá versión en papel?
La idea de la distribución online es una combinación de muchos factores. Pero la razón principal es dar la máxima difusión posible al producto al mínimo coste posible para los lectores. Lo que para mí era volver al sentido original del cómic como medio pop, con distribuciones enormes y precios asequibles.Y en principio, no se margina a nadie, siempre y cuando tengas acceso a un ordenador u otro dispositivo digital. Y no, no habrá versión en papel.


- ¿Está escrito y dibujado para su mayor disfrute en tablets?
En principio, el formato está optimizado para su lectura en pantalla de ordenador porque me pareció que era más universal que las tablets. De todas formas, se puede tanto leer como descargar perfectamente en otro tipo de dispositivos como tablets o smartphones.


- ¿Cuánto dinero esperáis conseguir? ¿Haréis públicas las cifras?
El suficiente para poder continuar trabajando. Lo de las cifras no lo sé todavía, no lo hemos hablado con Brian.


- Creo que tu no tienda ninguna presencia en internet, o siquiera blog ¿demuestra de que se puede ser dibujante de cómics internacional sin tener presencia online?
Parece que sí. :)


- Relacionada con la anterior. El tema de The prívate Eye parece tratar el peligro de las redes sociales, la falta de intimidad. ¿Puedes explicarnos por que?
Me temo que eso es más una pregunta para Brian. Pero bueno, creo que es un tema capital en la sociedad actual y por el que tanto Brian como yo tenemos un especial interés. Probablemente, por ser observadores más que participantes activos en el fenómeno.

private eye marcos martin

domingo, 8 de abril de 2012

Entrevista a Mauro Entrialgo en Primera Línea

Entrevista que le realicé a Mauro Entrialgo y que apareció en la revista Primera Línea en el número 278, Junio de 2008.



jueves, 29 de marzo de 2012

lunes, 10 de octubre de 2011

Entrevista a Miguel Ángel Martín con motivo de la publicación de Bug

Con motivo de la aparición de la nueva obra de Miguel Ángel Martín, Bug (Bicho), le hemos hecho una pequeña entrevista para que nos hable sobre esta obra y sus futuros proyectos.




Bicho
Colección: Reino de Cordelia
Páginas: 96
Formato: 13 x 20 rústica con sobrecubierta y cuadernillos cosidos
Precio: 9,95 €
ISBN-13: 978-84-938913-7-4






ENTREVISTA


- ¿Cómo nació Bug?
-Surgió como complemento a las series de Brian the Brain y Life fading que se publicaron en los comicbooks de Brian the Brain editados por La Cúpula. La idea era hacer algo para desengrasar el melodrama de las historietas de Brian the Brain y el mal rollo de Life Fading.

¿En qué te inspiraste?
-En los documentales de naturaleza que me gustan mucho, especialmente los de insectos y parasitos. Soy un gran fan de David Attenborough (hermano del cineasta Richard) y en otra época de David Bellamy, otro biólogo que presentaba documentales de vida natural en los primeros años 70, en una línea similar a la de Attenborough.

- ¿Qué mensaje pretendes transmitir con Bug?
-¡Ninguno! Solo entretenimiento. En ninguno de mis comix he pretendido nunca transmitir ningún mensaje. Creo que es de sobra conocida mi aversión por los predicadores y "sensibilizadores" (brainwashers).

- ¿Has creado varias páginas completamente nuevas para esta edición ¿Cuántas? ¿Qué aportan a la historia ya publicada?
-Sí, casi 50 páginnas nuevas: dos historietas largas y una galería de bichos/parásitos. Son las más neoDarwinistas de todas, ha ,ha!

- Últimamente todas tus obras las está publicando la editorial Reino de Cordelia ¿Por qué? ¿Va a seguir siendo así en un futuro? ¿Qué te ofrecen ellos que no te ofrezcan otras editoriales?
-En efecto, Rey Lear y Reino de Cordelia que es una filial de la primera. De momento seguirá siendo así. Básicamente me ofrecen dos cosas: son las mejores ediciones, ¡con diferencia! que me han hecho nunca y me dan un adelanto un poco mayor. A lo que hay que añadir que su director Jesús Egido es uno de mis mejores amigos desde hace casi 30 años! De hecho, fue mi descubridor. Nos conocimos a principios de los 80 en León, a raiz de una expo que hice un bar, que ya no existe, en el corazón del Barrio Húmedo. Él estaba de becario en el Diario de León y me hizo la primera entrevista para un periódico. Poco después empezó a trabajar allí como redactor y me pidió la primera ilustración. En el año 1985 se crea La Crónica de León y me llevó allí también. Y en este periódico fue donde me curtí como profesional haciendo ilustraciones, chistes y tiras: Keibol Black y Kyrie, nuevo europeo. En el 87 me vine a Madrid y él en el 89 a trabajar para la desaparecida revista de actualidad Tribuna. Después de muchos avatares y vueltas que da la vida, acaba siendo mi editor el que me descubrió. ¡Lo que es la vida!

- ¿ Cuáles son tus próximos proyectos?
-A finales de mes presento un calendario Apocalittico que he dibujado por encargo para la editorial italiana Nicola Pesce Editore (y que seguramente será mi nuevo editor allí) en la feria de comix de Lucca. El 5 de noviembre inauguro una expo con todos los originales del calendario, un total de 36, en la Galería MioMao de Perugia, que es mi galerista principal allí. Y para el año que viene sale una 'novela gráfica' (ha ,ha!) de Brian the Brain (ReyLear). Adjunto la cubierta provisional. Y 'Las 120 jornadas de Sodoma' del Marqués de Sade ilustrado, que incluirá más de 50 dibujos en blanco y negro. Será una versión condensada, basada en la ilustración, y con una traducción nueva actualizada y modernizada. Adjunto una ilustración homenaje a Sade que hice para el fanzine italiano Antropoide, para dar una idea de por donde irá la cosa, haw, haw!




viernes, 16 de septiembre de 2011

martes, 6 de septiembre de 2011

Ratoon en la prensa


"Ratoon", un roedor incívico, chorizo y drogadicto




Madrid, 2 sep (EFE).- Joven talento del cómic nacional, Alejandro Viñuela "Jano" le da un buen repaso a la estupidez humana y a la sociedad de consumo en su nuevo cómic, "Ratoon", donde narra las aventuras de un roedor incívico y antisocial que no duda en cometer toda clase de tropelías con tal de satisfacer sus intereses.
"No me atrevo a describir a Ratoon, porque sería como describirme a mí mismo; siempre se pone algo personal en todo lo que haces. Puedo ser un poco cabroncete, pero solo si se meten conmigo. Es verdad que a Ratoon no le ataca nadie, pero el simple hecho de salir a un mundo hostil ya le condiciona", asegura Jano (La Coruña, 1979) en una entrevista con Efe.
Las historietas del personaje vieron la luz en diversos fanzines, autoeditados, que el autor distribuía personalmente a través de internet. "Se podría decir que el libro es una recopilación de esos pequeños 'gags', pero ahora los he hilvanado para contar una historia más larga", detalla.
Realizado con una estética naíf, "Ratoon" (Bang Ediciones) se podría definir de muchas maneras, pero Jano lo sintetiza a las mil maravillas: "Es la historia de una rata que un día, sofocada por el calor, decide salir a la superficie y deambular por la ciudad".
"Pasé dos años en Barcelona y en verano solía ver esa escena: una rata que salía de la cloaca y se metía en un portal, buscando la sombra y el fresco. Si esperabas un poco, enseguida oías los gritos de las señoras. Partiendo de aquella anécdota, quise hacer unas cuantas páginas de humor", recuerda.
Las ratas que Jano observó en la Ciudad Condal no eran tan malvadas como Ratoon; puede que fueran más sucias y capaces de transmitir más enfermedades, pero al menos no robaban las carteras de los confiados transeúntes ni se pinchaban heroína, por no hablar de la comisión de homicidios en segundo grado.
"Si tuviera que ser políticamente correcto, diría que es un antisocial, pero al final le tengo simpatía, porque es una víctima de la sociedad mercantilista. Además, me apetecía hacer una historia con fuerza, que sorprendiera al lector", confirma el autor.
Humorístico a más no poder, el cómic deviene en una reflexión muy acertada sobre el carácter irracional de la existencia humana. "Era incapaz de comprender el mundo hasta que caí en la cuenta del absurdo que nos rodea. Cuando lo reconoces, empiezas a obtener respuestas", apunta Jano.
Para ejemplificar su ideario, el artista recurrió a un protagonista antropomórfico, siguiendo la estela de roedores tan famosos como Ignatius ("Krazy Kat") o Pica ("Los Simpsons"). "El personaje es extraño, marginal, un paria social. La rata normalmente está mal vista, e introducirla en el mundo me permitía crear una situación de conflicto", analiza.
Admirador de Hergé, Jean-Jacques Sempé, Manuel Vázquez o Will Eisner, Jano ha demostrado en "Ratoon" que la edad no está reñida con el talento, desarrollando un tebeo que prescinde de las palabras y abraza la narrativa gráfica con todas las consecuencias.
"¿Has visto alguna vez una rata que hable? La verdad es que empecé hace mucho tiempo con las historias mudas, porque es un género que siempre me ha llamado la atención. Es como el cine mudo, que se pone ciertas limitaciones, sin apoyarse en otros recursos, para contar las historias", plantea.
No es casual la referencia cinematográfica, ya que el dibujante es un gran aficionado al séptimo arte. "Me gusta pensar que 'Ratoon' es un poco 'berlanguiano', en el sentido de que es un cómic que trata de reflejar su momento. Berlanga, con 'El verdugo', retrató la época en que vivió, usando el humor para explicar el absurdo que había a su alrededor", remata.

Visto en Yahoo Noticias

viernes, 17 de junio de 2011

Ulf K en EFE

Texto con entrevista incluida a Ulf K con motivo de su paso por la feria del Libro de Madrid







Dotado de una sutileza única, Ulf K. ha sabido trasladar la poesía al lenguaje del cómic. "Hieronymus B." (Dibbuks) y "La primera estrella " (Dolmen) son los títulos publicados en España del dibujante alemán, que acaba de visitar la Feria del Libro de Madrid para firmar ejemplares de sus obras.
"Creo que todas las personas tienen algo bueno y malo, y en mis cómics intento plasmar esas dos caras mientras reflexiono sobre la condición humana. También es una herramienta para hablar de las cosas que me suceden, una especie de vía de escape", explica Ulf Keyenburg (Oberhausen, Alemania, 1969) en una entrevista con Efe.

Continúa aquí



P.D. Y de paso, una entrevista que le hice con motivo de la publicación de La Primera Estrella y otros relatos en el 2006

lunes, 28 de marzo de 2011

En la prensa: Entrevista con Rutu Modan

La comida no es importante en Metralla (Sins Entido). Solo al final de la novela gráfica con la que Rutu Modan (Tel Hashomer, Israel, 1966) se consagró, alguien cocina sopa con raviolis y un pollo que acaba chamuscado. Rutu Modan tiene una relación hedonista con la comida desde que decidió dejar de imitar el desdén de su hermana mayor hacia los alimentos y descubrió las delicias de la mantequilla. Una vez abierta la puerta a los sabores , decidió que no la cerraría. Una niña con criterio propio.

La dibujante triunfó con 'Metralla', una obra con el conflicto palestino de fondo
Una niña que dibujaba historietas en la guardería y que, a los siete años, armó un cómic sobre dos países en guerra, alentado por los ecos que recibía sobre un conflicto real: la guerra del Yom Kippur, que enfrentó a Israel con Siria y Egipto en octubre de 1973. Ahora bien, ser precoz no necesariamente facilita las decisiones.

Continúa en El País

lunes, 4 de octubre de 2010

Entrevista a Stan Lee



Stan The Man Lee es un superhumano, aunque él se empeñe en negarlo. A sus 88 años mantiene una ilusión y una vitalidad envidiables, presume de un apodo que infunde respeto y ha acuñado hasta su propio grito de guerra: ¡Excelsior! Pero lo que de verdad le delata son sus superpoderes: es el único artista que ha sido capaz de mantener a varias generaciones de adolescentes, y no tan adolescentes, pegados a las páginas de sus cómics durante casi siete décadas. 

Lee es el gran creador del universo Marvel, en cuya nómina de superhéroes figuran Los 4 Fantásticos, Spiderman, El Increíble Hulk, Iron Man, Los Vengadores, Daredevil o los X-Men. Le bastó poco más que un tintero y buenas ideas para convertir la pequeñaeditorial Marvel Comics en una de las mayores corporaciones multimedia del mundo del entretenimiento. Con una puntualidad y una simpatía sorprendentes en quien ya es considerado un mito viviente, Stan Lee atendió a Público en su despacho de BeverlyHills para repasar su carrera. "Espero no decir muchos tópicos", se disculpa entre risas antes de comenzar la entrevista. Y es que, como dice el bueno de Lee, todo superhéroe tiene un punto débil.

Con 88 años, la mayoría disfruta de una merecida jubilación. ¿Qué le llevaa seguir en activo?
No me pienso retirar, me divierto demasiado con mi trabajo. Hay a quienes les gusta jugar al golf, yo prefiero crear superhéroes. Disfruto compartiendo mis ideas con los guionistas, los dibujantes o los actores y juntos crear nuevos cómics o películas. Adoro lo que hago, ¿se te ocurre algo más divertido? [risas]

Continúa en Público

jueves, 17 de junio de 2010

El padre del 'manga' para adultos



Yoshihiro Tatsumi (Osaka, 1935) nos cita en Saboru, un local a medio camino entre una cripta y un bar de estética polinesia que sigue siendo la guarida por excelencia de las criaturas que pululan por Jimbôcho, el barrio tokiota donde se asienta buena parte de la industria editorial de Japón. Aquí conocen bien a sensei (maestro) Tatsumi. Él es el padre del manga gekiga, aquel que apeló por primera vez a un público adulto en Japón. Mientras el tebeo occidental empezó a reconocer la madurez del medio, Tatsumi y los integrantes del taller Gekiga, entre los que se contaban autores hoy reconocidos como Takao Saito (Golgo 13), emprendieron en Japón su propia cruzada a finales de los cincuenta. No apostaron por transgredir la moral burguesa sino que intentaron emplear los circuitos convencionales para brindarle al lector recursos narrativos más sofisticados, temáticas y géneros más adultos -como el suspense o el drama- alejados del cómic de aventuras infantil tan popular en la época. El seinen, como se llama hoy al manga dirigido a lectores mayores de 20 años, no sería lo mismo si Tatsumi y sus colegas no hubieran empezado a rasgar el encorsetamiento al que las editoriales niponas tenían sometido al tebeo.

"La Nueva Isla del Tesoro, de Osamu Tezuka (cuya versión publicó en España Glénat), su primera obra de éxito publicada en 1947, fue el tebeo que nos marcó. Vimos que se podía hacer algo diferente", recuerda Tatsumi con una sonrisa dibujada en su contundente rostro al que acompañan unas gruesas gafas y su cabello encrespado. "Además tuvimos la suerte de empezar en las editoriales que vendían a los kashibon -tiendas de alquiler de tebeos- en Osaka. Allí ni siquiera había reuniones editoriales como en Tokio. Lo importante era que la portada fuera llamativa para que se alquilara la obra. Gracias a eso, pudimos empezar a buscar nuevas fórmulas", rememora. Sin embargo, la revolución del gekiga no fue un camino de rosas. "Tuvimos muchas barreras, especialmente cuando nos mudamos a Tokio. Muchos consideraron nuestras historias violentas y perniciosas para los niños, aunque no nos dirigíamos al público infantil. Por otro lado, las editoriales intentaban meternos en cintura y nos decían que el lector adulto no existía, que los niños dejaban de leer tebeos cuando entraban en secundaria", apostilla. La historia de esa lucha está recogida en los dos tomos que componen Una vida errante, obra autobiográfica que además ofrece una visión de los años del milagro económico japonés.
"He sudado mucho con Una vida errante, pero no la considero mi obra cumbre, es algo aparte dentro de mi producción. Nunca quise escribir una autobiografía. Fue una suerte que Mitsuhiko Asakawa, de la editorial Mandarake, me propusiera dibujarla en 1994 y publicarla por entregas en la revista-catálogo de la casa. Lo que no imaginé fue que se publicaría en España y en Estados Unidos", añade Tatsumi, que acaba de regresar de Singapur donde un productor independiente ha rodado una película basada en Una vida errante combinando animación y acción real. El encargo en el que ahora trabaja también viene de fuera, de la mano del historietista y editor californiano Adrian Tomine, responsable de que buena parte de su obra se haya traducido al inglés. "A petición suya estoy dibujando la continuación de Una vida errante.kashibon, pero sobre todo la explosión del gekiga y la aparición de la revista Garo". Esta nueva obra también recoge el estrés que padeció entonces, cuando tenía que entregar tres publicaciones de 100 páginas a la semana. Una vez, él y los cinco ayudantes que había contratado para dar abasto con los pedidos dibujaron 50 páginas en una noche porque se les había pasado el plazo. "Es la historia del boxeador que aparece en Venga, saca las joyas Arranca en 1960, donde se quedó el anterior volumen, y recoge la desaparición de las tiendas (Ponent Mon, 2004)".

Antes de eso, Tatsumi se había pasado años buscando la manera de introducir en sus tebeos patrones narrativos procedentes de las lecturas que devoraba con fruición -desde El conde de Montecristo hasta las novelas policiacas de Mickey Spillane- y ante todo de su pasión por el cine. "Adoraba sobre todo el cine europeo por encima del de Hollywood y sus finales felices. Una de las películas que más me marcó fue la francesa Des gens sans importance (1956), de Henri Verneuil. Salí del cine pensando: quiero hacer algo así en manga; un cómic donde no hagan falta diálogos para expresar algo". Esos influjos le llevaron a introducir encuadres propios del séptimo arte, a diseñar con mimo los escenarios, a componer novedosas puestas en página o a dibujar viñetas o incluso páginas enteras sin diálogos. Del cine europeo también pareció heredar su gusto por los finales abruptos que aparecen en la mayoría de las historias cortas que han compilado en España La Cúpula y Ponent Mon. "Nunca he querido dirigir al lector, me gusta que ponga de su parte, que complete el antes y el después de la historia". Esas historias plagadas de seres atormentados -ya sean prostitutas, delincuentes u oficinistas- y que exprimen las miserias de la posguerra o de la vida tokiota pudieron leerse por primera vez en castellano a principios de los ochenta en la revista El Víbora. "Después de que el gekiga viviera su explosión, el sexo se hizo muy presente. Siempre lo he empleado en favor de la narración, nunca gratuitamente, y además se encuentra en mi propio proceso creativo ya que me he inspirado mucho en artículos de las secciones de sucesos. Y creo que mis recuerdos de infancia también influyen. Vivía cerca del aeropuerto de Itami, en Osaka, que pasó a ser una base estadounidense tras la guerra. Recuerdo ver a soldados manteniendo relaciones sexuales con japonesas en los bosques próximos a mi casa. Y también que estos regalaban globos a los niños que luego resultaban ser preservativos", recuerda entre risotadas.
"Muchos autores te dirán que escriben para sus lectores, para contarles algo... Pero yo he llegado a la conclusión de que escribo para mí mismo. Para extraer cosas de mí, cosas que pueden resultarme vergonzosas y que no me gustaría contar de otra manera. Claro que si pretendes vivir de esto tienes que gustar a los lectores, y es fabuloso saber que tantos me aprecian, sobre todo en el extranjero", señala este historietista que vive ahora entre el cariño del público foráneo y la indiferencia que le despierta el manga actual. "Admiro la sofisticación de los dibujantes japoneses actuales, pero desde hace diez años no hay ningún manga que me sorprenda. Lo último que me gustó fue Bola de Dragón, de Akira Toriyama. Después todo se ha vuelto mediocre. La industria se ha dormido en los laureles".

Fuente: El País

miércoles, 13 de mayo de 2009

Firma Invitada: Borja Crespo entrevista a Harvey Pekar

Harvey Pekar
La serie “American Splendor”, publicada por primera vez en 1976, dio origen al género autobiográfico dentro del cómic. Su guionista, Harvey Pekar, convertido en el cronista de su propia existencia, se reveló como un autor de culto durante los años 80, gracias a su colaboración con diversos dibujantes, entre ellos el afamado y excéntrico Robert Crumb. Este mes visita nuestra cartelera, con cierto retraso, la excelente película que adapta su obra más aclamada, ganadora del American Book Award en 1987, en la cual él es el protagonista. Paul Giamatti, actor en el candelero gracias al éxito de la sobria “Entre copas”, interpreta a este genial juntaletras que se define a sí mismo como un “izquierdista estridente”. Hasta su jubilación, trabajó en el archivo de un hospital, compaginando su labor con la pasión por las viñetas. Además escribe sobre jazz y literatura en varias publicaciones, se emplea a fondo como comentarista radiofónico y colabora en ocasiones como columnista con el Cleveland Free Times. “Me gusta escribir sobre el día a día de la vida”, explica. “ Sobre la gente normal, aunque todo el mundo es extraordinario y todo el mundo podría ser la base de una gran historia”.


“American Splendor”, la película, un retrato irónico del estilo de vida de la clase obrera americana, con todas sus imperfecciones, ha sido dirigida por Shari Springer Berman y Robert Pulcini, habituales del cine documental. La cinta, un cómic sobre celuloide,abrió con éxito el festival de Gijón en 2003, tras llevarse el Gran Premio del Jurado en Sundance. Harvey Pekar responde a EVASIÓN vía telefónica, derrochando simpatía, desde el otro lado del Atlántico. No oculta su emoción por el interés suscitado por su trabajo en nuestras fronteras, impulsado por el estreno del filme, que coincide prácticamente en el tiempo con la publicación de sus colaboraciones con Crumb de la mano de Ediciones La Cúpula.


-¿Cómo surgió llevar al cine tus cómics?
En 1980 tuve un primer contacto con alguien interesado, pero nunca confiaron plenamente en reunir el dinero para hacer la película. No era una idea lo suficientemente comercial, y parecía que la habían abandonado, pero hace unos años me llamó un amigo ilustrador contándome que había otra gente interesada en llevar adelante el proyecto. Reunieron el dinero en la productora HBO y el filme se convirtió en una realidad. Más vale tarde que nunca.


-¿Desde el principio te pareció una buena idea hacer una película sobre tus historietas?
Sí, por supuesto. Se puede hacer una película sobre cualquier cosa. Me pareció totalmente razonable hacerla, no puse ninguna pega.


-Después de verte dibujado en las viñetas, ¿cómo te has visto en la gran pantalla?
No ha sido muy diferente para mi. Me han dibujado de muchas maneras, y estoy acostumbrado, y me parecía bien cualquier cosa que hicieran.


-¿Trabajaste con los directores?
No, la verdad es que no.


-¿Tampoco con Paul Giamatti, el actor que te interpreta?
Aprendió de mi viendo videos y leyendo libros, no vino aquí a estudiarme. Le conocí por primera vez un par de semanas antes de empezar el rodaje de la película.


-¿Contento con el resultado?
Paul está bien, hizo un buen trabajo. Es un buen actor y siguieron bien los guiones de mis historias. Estoy muy contento con cómo salieron las cosas.


-No suele ser habitual.
Es más, creo que sobrepasaron mis expectativas. No es solo una buena película, es también muy innovadora.


-¿Cómo ves el retrato de otros personajes también reales? Por ejemplo, el dibujante Robert Crumb.
Crumb ha sido una gran ayuda en mi vida. Quería que se mostrase una imagen atractiva de él, y así ha sido.


-¿El ha visto la película? ¿Qué le ha parecido?
Sí, pero no sé que piensa de ella. El no entiende nada que se haya hecho después de 1933.


-¿Sigues en contacto con él?
Sí, ha dibujado la portada de mi último trabajo.


-¿Te gustaría seguir coqueteando con el cine?
He escrito una historia, con la longitud de una novela, que se va a publicar en octubre, y hay posibilidades de que se convierta en una película. Voy a intentar que salga adelante. Soy consciente de que es difícil, pero estoy en ello. Me gustaría trabajar con la misma gente de “American Splendor”. Fue una experiencia gratificante y todos la disfrutamos muchísimo.


-¿La película ha repercutido en tu trabajo?
Supongo que sí. Antes pensaba que sería imposible que se hiciera algo sobre mi trabajo, porque no era lo suficientemente conocido o popular, pero ahora veo que las ventas de mis libros están subiendo y surgen posibilidades de hacer más cosas.


-Están de moda las adaptaciones de cómic, aunque generalmente son del ámbito de los superhéroes. ¿Has visto “Ghost World”?
Me gusta “Ghost World” y la biografía de “Crumb”. Entiendo que se hagan películas de superhéroes porque es el género más popular. No las encuentro profundas, pero son interesantes por los efectos especiales y el aspecto visual.


-¿Qué recuerdas de tus primeros pasos en la historieta?
Era crítico de jazz y cuando empecé a escribir guiones de cómic pensé que era mejor ser un artista, un escritor, que un crítico.


-¿Sigues el cómic actual?
Me gustan Crumb y Daniel Clowes, pero no estoy muy al día. No hay buena distribución y no tengo acceso a mucho de lo que está saliendo. Me gusta el trabajo de Chris Ware.


-¿Cómo ves al público que lee tus historietas?
Me gusta pensar que son adultos y que son de izquierdas desde un punto de vista filosófico y político.

Borja Crespo

jueves, 16 de abril de 2009

Mauro Entrialgo nos habla en exclusiva sobre Tyrex

Tyrex Mauro Entrialgo

En aquella época me solicitaban historietas de forma esporádica para un montón de fanzines y revistas. Todavía no había publicado ningún álbum y quería poder llegar a sacar uno que fuera algo coherente, así que se me ocurrió la idea de ir entregando siempre páginas del mismo personaje para al cabo de un tiempo tener material suficiente para recopilar en un álbum monográfico.

La primera historieta de Tyrex que hice es la que en esta nueva edición de Diábolo aparece en la página 47. Se publicó originalmente en 1991 en el fanzine Urich. Casi inmediatamente dibujé otra historieta de varias páginas también de Tyrex para la revista del Injuve y después siguieron muchas otras publicaciones: Makoki, TMEO, Paté de Marrano, Habe (en euskera), Mamorro, Vacío, Monográfico... En cualquier sitio en el que me dejasen libertad para elegir el personaje publicaba Tyrex. Cuando me llamaban para una revista exigiendo un personaje nuevo extraía un compañero de aventuras de Tyrex para otorgarle una serie como protagonista. De esa forma se fueron creando spin-offs que compartían su mismo universo como "El demonio rojo" para "El Víbora" en 1994, "Drugos" para la revista EGM en 1994 o "Blanca y Jorge" para el diario "El País" en 1995.

Pese a esta dispersión de esfuerzos y a que ya había publicado otros álbumes monográficos, como el de "Herminio Bolaextra", por fin, en 1997 conseguí acumular suficientes páginas de Tyrex para ser recopiladas en un libro. Dibujé algunas más y Ezten Kultur Taldea, la editorial del TMEO, publicó el volumen. Al ser la editorial de un modesto fanzine quien publicó el libro tuvimos que incluir publicidad para sufragar los gastos. Pero tiramos 3500 y se acabaron vendiendo todos, una cifra al mayor que la habitual en ediciones profesionales.

Durante varios años estuvo agotado y, ahora, Diábolo ediciones saca esta edición con nuevos bitonos, nuevas cubiertas de cartoné, nuevas guardas, algo de material nuevo, eliminando la molesta publicidad original y añadiendo una figurita de látex de regalo.

miércoles, 15 de abril de 2009

Firma invitada: Borja Crespo entrevista a Suehiro Maruo

Su aspecto no le delata. Suehiro Maruo es apocado, parco en palabras, y no parece ser el autor de algunos de los mangas, léase cómic japonés, más enfermizos del mercado. Convertido en un artista de culto sin quererlo, este genial nipón con pinta de progre pasado de rosca visitó el reciente Salón del Cómic de Barcelona para el delirio de sus fans, a los que casi toma por locos, todavía incrédulo ante su éxito desproporcionado. Aún recuerda que sus primeras historietas fueron rechazadas en numerosas editoriales por raras y de mal gusto, características que han engrandecido su obra con el paso del tiempo.


Suehiro Maruo
La retorcida fantasía que puebla las viñetas de este personal autor, cuyas planchas originales se cotizan por las nubes, pronto fue entendida por una editorial de manga para adultos, donde no tuvo que someterse a ningún corsé que frenara su fértil y desbocada imaginación. Una visión desviada de la realidad, empapada de un onirismo más sombrío de lo habitual, vertebra las páginas de un artista cínico y modesto, ante todo autodidacta, que antes de dedicarse profesionalmente a dibujar fue expulsado de mil colegios, se hizo carterista ocasional y fue a parar con sus huesos en la cárcel por robar discos de Pink Floyd y Santana, aunque lo lógico es que hubieran sido de algún grupo siniestro. Títulos como “La sonrisa del vampiro”, “Midori, la niña de las camelias”, “Lunatic Lovers” o “El monstruo de color de rosa”, todos ellos publicados en nuestro mercado por Glénat, dan muestra de la obsesión de su máximo responsable por temas tan didácticos como el asesinato, la violación, el aborto o el incesto. Pero Maruo no esconde nada: sus imágenes están siempre en el límite de lo que la censura (o autocensura) editorial de la obscenidad y la perversión permite.

Suehiro Maruo

-En tu obra hay constantes que se repiten, como niños con prótesis.
Utilizar personajes infantiles me parece más interesante que emplear adultos.

-¿Eres capaz de confesar influencias?
Una de las influencias más claras en mi trabajo es el cine de David Lynch. El surrealismo tam
bién me atrae, el arte de Magritte y Dalí, por ejemplo, pero en general siempre me ha gustado tocar temas con un toque antiguo, antes que cosas modernas, como la tradición del muzan-e (estampas o esculturas de atrocidades), un arte popularizado en Japón allá por el siglo XIX.

-Curiosamente tus cómics se revelan contemporáneos.
Japón es un país que ha evolucionado mucho, pero hoy en día Tokyo no me llama la atención tanto como hace quince años. Antiguamente me inspiraba más, y transmito esta idea en los cómics que dibujo, los paisajes, las costumbres, la situación social...


-Tu obra está poblada de imágenes que representan actos repulsivos con una belleza y elegancia que hipnotiza y horroriza al mismo tiempo.
La utilización conjunta de imágenes perturbadores con un estilo bello me permite jugar con lo grotesco. Consigo ese efecto, un claro contraste entre fondo y forma. Evidentemente, alguna intención de crear una reacción concreta hay, transmitir una sensación de extrañeza al lector, pero todos los dibujantes de cómic comparten ese objetivo. En realidad no es nada especial.

-¿Romper tabúes es bueno para la salud?

Es un sano y recomendable ejercicio mental.

-¿Has sufrido algún tipo de censura?
En Japón nunca ha habido una separación entre las obras que son para adultos y las que no, por ello siempre ha habido una gran permeabilidad hacia mi obra. Quizás esta es una de las razones por las cuales en Occidente mi trabajo ha llegado a un público más concreto, incluso diferente.

-¿Qué lugar ocupan tus obras en el mercado japonés?
Mi público es variado, desde adolescentes a adultos de más de cincuenta años. Mis tebeos se pueden encontrar en el mismo sitio donde se venden cómics para niños o público en general. No están marginados en un circuito alternativo.

-¿Cómo te sientes al ser un autor de culto en Occidente?
No sé cuál es la razón por la cual he llamado la atención de cierto sector, o de tanto público. Quizás la clave es que he empleado el erotismo y una serie de referencias culturales que invitan al morbo, o reflejan el sexo desenfrenado de tal manera que despiertan la curiosidad de muchos lectores.


-Algunos te consideran el Marqués de Sade japonés.
Eso parece, y es algo que me sorprende y me divierte porque no me lo dicen en Japón, sólo en Europa y Norteamérica.

-También has dibujado portadas para grupos de música.
El punk rock ha tenido influencia en mi forma de concebir el arte y viceversa. Creo que mi trab
ajo es una referencia para algunos grupos musicales con los que me he relacionado de alguna manera.

-Aparte de David Lynch, al que has mencionado antes como una de tus influencias, ¿te interesan otros cineastas?
No me gustan las películas de Kitano, aunque pudiera parecer lo contrario, y disfruté mucho viendo “Kill Bill”. Devoro mucho cine extranjero.


-¿Qué te traes entre manos?
Actualmente estoy pensando en dedicarme a una línea más comercial. Estoy muy centrado en la segunda parte de “La sonrisa del vampiro”. Los protagonistas son los mismos y se ven sumergidos en un extraño viaje con muchas sorpresas.


Suehiro Maruo
Publicado originalmente en el suplemento Evasión

lunes, 13 de abril de 2009

Noticias: David B. en Público

Una terapia gráfica para superar la epilepsia

El dibujante francés David B. presenta la versión íntegra en español de 'La Ascensión del Gran Mal', obra maestra del cómic

Pierre-François Beauchard tenía 5 años cuando vio a su hermano morir por primera vez. Y resucitó "milagrosamente" para "volver a morir, al menos tres veces al día", relata. Su hermano, dos años mayor, sufría y aún sufre crisis de epilepsia que cambiaron la vida de su familia para siempre. "Esa fue la primera vez que la violencia irrumpió en mi vida", reconoce a Público el dibujante.

Aquella violencia inspiró lo que terminó siendo una obra de referencia mundial de la novela gráfica, firmada por David B. seudónimo de Pierre-François que necesitó siete años y seis tomos para dibujar y terminar La Ascensión del Gran Mal. La editorial Sins Entido la publica ahora íntegra en español, y en primicia mundial, ya que los derechos en Francia están en plena batalla entre las dos editoriales que publicaron la serie.
Biografía de una enfermedad

Desde que salió el primer volumen en 1996, cada entrega de esta obra maestra es aplaudida con elogios y premios. David B. (1959, Nîmes, Francia) figura entre los más grandes, junto a Will Eisner, Robert Crumb o Art Spiegelman, por contar su vida en una autobiografía gráfica. Aunque no es sólo la suya, sino también la de su hermano y el relato de su enfermedad. "Quería contar tres cosas: la enfermedad de mi hermano, la construcción de mi imaginario y la vida de mi familia", explica David B. en conversación telefónica desde París.
"Lloré mucho cuando dibujé la primera página"

Porque Jean-Christophe es como un puente entre la realidad y un mundo fantástico, mágico, que va construyendo David B., como si dibujar fuera la única solución para salvar a su hermano de una dolencia cuyo origen se desconoce. "Cuando era pequeño, pensaba que los adultos eran capaces de arreglarlo todo. Pero nadie podía hacer nada para sanar a mi hermano. Era entrar en un mundo fantástico". Con sus ojos de niño, David B. representa lo que no entendía: la epilepsia es "un dragón que devoraba a Jean-Christophe; era algo monstruoso".

La definición académica de monstruo señala a un ser fantástico que causa espanto. Durante años, el dragón invade la vida de la familia Beauchard. Aunque, en realidad, los monstruos son los otros, los que pretenden salvarle, los médicos y "otros gurús que consultaron mis padres", recuerda David B. En un momento del cómic, el autor les define: "La casa es un circo. Artistas de lo irracional vienen y hacen su espectáculo".
Fascinación por los líderes
"Detrás de la epilepsia de mi hermano, está la del mundo"

"El sueño de la razón produce monstruos", dejó escrito Goya en uno de los grabados de Los Caprichos. El sueño de un hermano con una crisis de epilepsia también. Los monstruos aparecen cuando se enfrenta a la enfermedad. En ellos llega a aparecer el mismísimo Führer. "Mi hermano estaba fascinado por los líderes, ya fueran Hitler o Gandhi, aunque cuando leyó Mein Kampf, le recordé que el nazismo fue terrible", justifica el dibujante. Tenía un abuelo antisemita.

David B. dibuja a las víctimas del Holocausto cayendo al vacío, como cuando su hermano padece una crisis. Es el Mal, el absoluto, lo que no se entiende. Hay cada vez más víctimas, hay cada vez más crisis y el autor descubre que detrás de la epilepsia de su hermano, "también está la epilepsia del mundo".
"El blanco y negro me permite expresar lo duro que fue para mí"

"Dibujo monstruos, produzco monstruos", escribe David B. al final de La Ascensión del Gran Mal. "Los monstruos son ambiguos, a la vez amenazantes y cómplices", aclara. Cuando su familia se aisló para "protegerse de los otros", el dibujante se inventó otros monstruos: sus amigos. Y entonces entendió que el monstruo no es quien es juzgado sino el que juzga. Apunta con el dedo a "la gente corriente", en una viñeta. De ahí el blanco y negro. "Este dibujo me permitió expresar lo duro que es. La mirada, la reacción de la gente es algo muy violento", añade David B.
Padre de notables

David B terminó La Ascensión del Gran Mal en 2003, poco antes de abandonar LAssociation, editorial francesa que cofundó en 1990 y que consolidó a la novela gráfica como género. Allí conoció a la iraní Marjane Satrapi y a la que ayudó y formó en su éxito mundial Persépolis.

Asegura que lo más difícil al hurgar en las tripas de su familia y sus recuerdos fue el arranque del cómic. "Lloré mucho cuando pinté la primera página", confiesa. La ambigüedad que el dibujante da a la figura del monstruo se ilustra en la raíz latina de la palabra, que habla de prodigio y fuera de lo común. Más que maestra, La Ascensión del Gran Mal es una obra monstruosa.

Fuente: Público

domingo, 5 de abril de 2009

Firma invitada: Borja Crespo

Blanquet
Entrevista a BLANQUET
BIENVENIDOS A MUNDO ENFERMO
Por Borja Crespo

He leído un tebeo raro, con viñetas raras y gente rara, y no puedo pegar ojo. No puedo dormir. No sé si estoy enfermo o qué, pero me cuesta conciliar el sueño. Tengo pinchazos en el estóma
go. He bebido demasiado refresco de cola, y he cenado cantidades industriales de fast food, pero no creo que esa sea la razón. Oigo ruidos en las paredes. Cosas que reptan. ¿Son mis vecinos que me acechan? La piel de la habitación ronca. El papel pintado se mueve y supura un extraño líquido blanquecino. Mis monstruos encerrados en el armario quieren salir. Oigo puertas que se abren y se cierran, alguna dentro de mi propia casa. Me tapo hasta arriba con las sábanas y vuelvo a cerrar los ojos. Lo he hecho ya muchas veces a los largo de esta noche. Demasiadas.
Oigo una inquietante voz dentro de mi cabeza: “Explórate... explóranos... explóralos...”. No reconozco de quién puede ser. “¿Quién eres?”, pienso. “Soy Blanquet, y he venido a revolver tu mente”,
contesta. ¿Revolver? ¿Por qué? “Paso parte de mi tiempo explorándome”, responde susurrante. “No me aclaro mucho sobre mi mundo interior, por eso intento encontrar mi lado más o menos oscuro y trato de sonsacar algo de ello. A veces es suave y húmedo, y a veces frío y cortante. Es una sensación agradable”. Intuyo que quiere que yo haga lo mismo, que escarbe en mi mismo y en la naturaleza humana para librarme de mis pesadillas, para expulsarlas y desterrarlas para siempre. Pero, ¿él lo hace entrando en mi cerebro? ¿Se libera así? ¿Qué hace aquí?
Abro los ojos raudo, enciendo la luz veloz y cojo poseído por el pánico el cómic que he devorado antes de apagar la luz. El nombre me sonaba de algo: Blanquet. Es el dibujante. "No me acue
rdo realmente cuando fue la primera vez que firmé mi primera historieta, a lo mejor hacia los 8 años. Pero siempre he dibujado, incluso antes de esa edad”, explica la voz, más calmada, mientras ojeo de nuevo, preso de los nervios, las páginas del tebeo, poblado de seres deformados por sus obsesiones y anhelos. “Dibujar cartoons vino de casualidad, de las ganas de contar historias y de crear mi propio universo gracias a este medio. Para mí las viñetas son más una herramienta. Pongamos que el dibujo sería un gran paquete de clavos, y las historietas un martillo que utilizo día y noche para hacer gritar a mis vecinos”. Según callan las palabras oigo varios martillazos en el techo. La lámpara se mueve. Toda la habitación. Me siento Gregorio Samsa, pero antes fui insecto.
Me estremezco, pero no puedo dejar de observar las ilustraciones mientras la voz, con un fuerte acento francés, continúa su discurso. Parece incluso amigable, como si quisiera manten
er conmigo un diálogo. No sé si soy yo mismo hablando conmigo mismo, pero decido escuchar. “Sueño fácilmente, y vivo mis pesadillas como sueños”, relata, mientras noto como mi cuerpo se relaja y entra en un proceso hipnótico, frase a frase. Me siento dentro de una película de David Lynch, como si Cronenberg me hubiese secuestrado mentalmente. Entonces me doy cuenta de que ese alguien, ese tal Blanquet, lee mis pensamientos. “Hay en ambos cineastas un clima general que no me deja indiferente, porque ellos meten al espectador en un mundo, su mundo. Pero hay realizadores menos conocidos que también amo mucho. Pienso en Alex van Warmerdam”. ¿Seré yo quien realmente está introduciéndose dentro de su mente? “En general me atraen las historias fuertes. Esas que terminan bien o mal, sin medias tintas. Tengo necesidad de singularidad. Durante un tiempo estuve fascinado por actos irracionales, como ese tipo que se corta el miembro por una mujer, o la tierna abuela que se dedica a matar perros... Me encantan las historias donde el clímax es más fuerte que el planteamiento. Mi ideal es una historia de lo más banal, que en principio sea ligera, tierna, casi boba… hasta llegar a las últimas páginas, donde aparece un clímax de asco que atrapa al lector y va directo al estómago”.


Ilustración Blanquet


ME PICA EL ALMA

“¿Qué tipo de público leerá estas viscosas historietas?”, me pregunto, totalme
nte entregado al paranoico juego. “No creo que tenga un tipo de público en particular. No he encontrado a nadie que no esté dentro de la normalidad. Diría que no tienen una patología aparente. Hay algunos lectores que me escriben para decirme que mi universo les afecta, pero no me saben decir exactamente cómo... Una vez un seguidor depositó en mi buzón una película escatológica, y yo me lo tomé como una ofrenda. Aparte de esto no sé que se esconde detrás de mi público”. Establecido el diálogo de tú a tú con el ente artista, sigo escuchando. Tiene ganas de hablar, de hablarme, y yo de escuchar, de escucharme... Las influencias a nivel gráfico son claras. “Hay infinidad. Cuando era niño adoraba los cromos de la Pandilla Basura, con esos diseños trabajados que me producían un asco impresionante. Hubo mucha gente que sacó partido de los medios underground franceses. Los diseñadores con un estilo más cercano a la pintura que a los cartoons. Hay gente como Matt Konture, y5p5, Placid o Muzo que han sido importantes porque tenían libertad en el fondo y en la forma. Después están los comics americanos que he descubierto como un soplo de aire fresco. Los tebeos de Crumb, Julie Doucet, Dame Darcy, Mark Beyer, Gary Panter, Rosen, Rory Hayes y de tantos otros. Hoy en día me intereso por gente como Pierre Moliner, he redescubierto a Gras, y me alejo poco a poco del estilo del cartoon...”.
“Soy muy curioso y me alimento de muchas cosas. Demasiadas para cortarlas en piezas”, continúa, mientras cierro el tebeo momentáneamente y observo su portada: “Mi armario”, ediciones Tabasco Carrasco. Acaricio el título y vuelvo a sumergirme en el contenido, un compendio de planch
as de gigantescas viñetas a una página, habitadas por criaturas grotescas, pero humanas, que supuran sus fantasmas. Es un planeta de monstruos. ¿El reflejo de nosotros mismos? Se respira sexo enfermizo y huele a violencia. “Sentimos lo que queremos sentir. Es suficiente con mirar a tu alrededor. Todo está desviado. La mujer que come su hot dog está desviada sexualmente, el tipo que mira el agujero de las medias de la chica en el metro está desviado… Me intereso por el mundo con ojos de virgen, después mi mano perversa hace el resto”. Sin duda, la mutación puede llegar a ser un arte. “Estoy interesado en la falsa normalidad”. Una espesa atmósfera va apoderándose de mi entorno. Vuelvo a sentirme mal. Los expresivos garabatos fantasmagóricos no me dan confianza. “Ser paranoico ayuda a encontrar ideas. El malestar y la fiebre ayuda también mucho”, dice la voz invitándome de nuevo al estremecimiento. Un escalofrío recorre mi columna vertebral y siento el deseo de lamer las hojas del cómic, de chupar las ilustraciones como si fueran droga. Mi lengua rasca el papel, hasta ver lo que hay debajo.
Sigo intentando entender. “Pienso que hay cosas muy buenas, y otras verdaderamente mediocres. Me interesa mucho más un universo singular que un estado general. Hay muchos autores que hacen obras autobiográficas que tienen un punto de vista demasiado débil sobre su vida
para interesarme. Otros, al contrario, como Max Anderson, se han inventado un mundo propio, sin referencias de la realidad. Por ello entiendo que son autores importantes”. Según escucho, me acuerdo de los trazos de Dave Cooper. “Me gusta mucho, y desde hace años. Mis gustos son bastante amplios. Tengo gran admiración por Joe Coleman, por ejemplo”. ¿Y Paco Alcázar? “No le conozco. Tengo unos amigos que hacen unas cosa estupenda que se llama Canicherio. Con mi editorial he publicado imágenes de uno de los artistas de este pequeño grupo que se llama Diego Fermín. También me gusta el trabajo de Olaf Ladousse, y los dibujos de Tomeu Cabot, un artista que ha publicado en Francia algunas imágenes potentes que me atraen mucho, en la publicación de Bruno Richard”.

dibujo de Blanquet

ME DUELE EL ALIENTO

Las viñetas cobran vida. Un monigote me guiña un ojo que llora. Otro me señala con un dedo sucio y se burla con sorna. Son dibujos animados pringosos, escatológicos, embadurnados con humor negro negrísimo... Vuelven a aflorar mis nervios, pero mis manos sudorosas no pueden soltar el tebeo y la voz sigue hablando incansable. “La experimentación es importante. En la animación, por ejemplo, hay muchas películas que están hechas de forma experimental. Lo no experimental no debería existir en el medio artístico. Para avanzar hay que buscar, hay que probar, aunque no funcione, hay que hacerlo... Por casualidad comencé a hacer animación de una forma rudimentaria, animación antigua, con marionetas y papel cortado. Enseguida fui seducido por las imágenes en movimiento. Lo que está bien es que mis películas son muy básicas. Me gusta divertirme y tener un contacto directo entre un personaje a animar y mi mano. Cada vez concibo más las historietas como si fueran películas. Lo que me resulta molesto es que en un medio como el cómic estás solo para hacerlo, solo tienes a tu cabeza y a tu mano. En la animación, compartes más, y aunque el resultado no sea bueno, estás contento porque has compartido”.
¿Es eso? ¿Quiere compartir su mundo conmigo? ¿Con nosotros? Son las crónicas del horror cotidiano. Un terrible sonido chirriante, de insecto en celo multiplicado por mil, sacude mi cráneo. El dolor de mi estómago explota y la oscuridad me devora de una dentellada. Una inquietante pesadilla húmeda no humana. Un sueño áspero con olor a fluidos corporales. Abro los ojos súbitamente y me encuentro tirado sobre el teclado de mi ordenador en un charco de vómito. En la pantalla parpadea www.blanquet.com. ¿Entro de nuevo? Mejor lo dejo en otras manos...


Stéphane Blanquet (Conflans, Francia, 1973)
Títulos publicados en España:
-“Badadaboum”, Colección El Pregonero.
-Mi yo malo” y “Mi armario”, Tabasco Carrasco


Entrevista aparecida originalmente en el fanzine Belio