¿Os imagináis un cruce entre La Mazmorra y Batman? Pues eso es a grandes rasgos Jirón Negro, la nueva obra de Pere Mejan y Josep Busquet, aclamados autores de La Revolución de los pinceles.
Pero ojo, no os penséis que este cómic por conjugar las dos obras mencionadas carece de interés propio. Esta pareja de autores está demostrando que ama el medio, y que además, cada vez lo domina más, creando un trabajo entretenido, disfrutable para todos los públicos pero con un toque oscuro y de mala leche. Todo ello ilustrado de forma sobria, con los elementos justos, sin estridencias pero con gran dominio por Pere Mejan.
La historia se sitúa en La Ciudad, en una época en la que está pasando por su peor momento llena de monstruos que atacan a los ciudadanos. Mientras llega la inquisición, organismo oficial que debe acabar con estos problemas, los héroes enmascarados ayudan a la pobre gente que está en peligro.
Entre todos esos justicieros enmascarados, disfrazados, variopintos en definitiva, se encuentra El Jirón Negro, figura solitaria, oscura, que oculta muchos secretos y cuya motivación podría no ser exactamente hacer el bien.
Con estos elementos, que parodian el género de superhéroes y el de la fantasía, pero siempre desde el respeto, Mejan y Busquet han creado una obra que sorprende gratamente, que se lee del tirón y que en definitiva, nos hará disfrutar. Mucho.
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