lunes, 16 de abril de 2012

Reseña: El hombre que se dejó crecer la barba


El hombre que se dejó crecer la barba, editado primorosamente por Fulgencio Pimentel ha sido para mí una de las sorpresas de la temporada.

He de decir que, a priori, viéndolo por encima, me echaba para atrás el estilo de dibujo de Olivier Schrauwen y su tono experimental, pero una vez leído, lo he disfrutado como un enano.


Es dificil describir el argumento de este comic, así que empezaremos diciendo que son una serie de historias cortas cuyo nexo común es que están protagonizadas por hombres con barba. Otro nexo en común es la exaltación de la creación a través, sobre todo, del dibujo en cada una de las historias de forma más o menos evidente.


El caso es que sumergirse en este cómic te garantiza una orgía de sensaciones, por lo original de su planteamiento, de sus historias y lo atrevido de su dibujo, que cambia en cada ocasión según el estilo de la historia pero que, a pesar de todo, consigue mantener una extraña coherencia interna. Así, el dibujo de Congo Chromo reproduce los códigos estéticos de los primerísimos cómics, y en La caverna utiliza una técnica mucho más libre, casi psicodélica. Y no  hay que olvidar, el color, otro protagonista importante en esta obra.


Lo que está claro es que para el autor, los límites del cómic están todavía por explorar, y él desde luego, aquí consigue superar algunos de estos límites.

Muy recomendable.





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